LA
MAGIA DE LA AUTOSUGESTIÓN.

La
prueba es simple y fácil de demostrar. Va ligada
al principio de autosugestión. Por lo tanto, centremos
la atención en el tema de la autosugestión,
para descubrir qué es y lo que se puede alcanzar
con ella.
Se
sabe que uno llega, finalmente, a creer cualquier cosa
que se repita a sí mismo, sea la afirmación
verdadera o falsa. Si un hombre repite una mentira una y otra
vez, con el tiempo aceptará esa mentira como algo
cierto. Más aún, creerá que es cierta.
Todo hombre es lo que es a causa de los pensamientos
dominantes que él permite que ocupen su mente.
Los pensamientos que un hombre adopta deliberadamente,
y que anima con entusiasmo, y con los que combina una emoción
o más, ¡constituyen las fuerzas motivadoras que
dirigen y controlan cada uno de sus movimientos, actos y hazañas!
Aquí
tenemos el enunciado de una verdad muy importante:
Los
pensamientos combinados con cualquiera de las emociones constituyen
una fuerza «magnética» que atrae otros
pensamientos similares o relacionados.
Un
pensamiento así «magnetizado» con la emoción
se puede comparar con una semilla que, cuando es plantada
en terreno fértil, germina, crece y se multiplica una
y otra vez, hasta que aquello que en un principio fue una
semillita ¡se convierte en innumerables millones
de semillas de la misma clase!
La
mente humana está constantemente atrayendo vibraciones
que armonicen con aquella que la domina. Cualquier idea, plan,
pensamiento o propósito que uno abrigue atrae infinidad
de ideas afines, adhiere estas ideas a su propia fuerza, y
crece hasta convertirse en el propósito maestro que
domina y motiva al individuo en cuya mente se ha alojado.
Volvamos
ahora al punto inicial, para informarnos de cómo
se puede plantar en la mente la semilla original de una idea.
La información es fácil de en tender: cualquier
idea, plan o propósito se puede injertar en la
mente mediante la repetición del pensamiento.
Por eso le damos instrucciones para que ponga por escrito
un planteamiento de su propósito principal, u objetivo
primordial y preciso, lo memorice y lo repita en voz
alta todos los días, hasta que las vibraciones auditivas
hayan alcanzado su subconsciente.
Decídase
a dejar de lado las influencias de todo ambiente desfavorable
para construir su propia vida a medida. Al hacer un inventario
de sus recursos y capacidades mentales, quizá usted
descubra que su mayor debilidad sea su falta de confianza
en sí mismo. Esta desventaja puede ser superada,
y la timidez transformada en coraje a través de la
ayuda que el principio de la autosugestión proporciona.
La aplicación de este principio puede ejecutarse
mediante la sencilla enunciación de los impulsos de
pensamiento puestos por escrito, memorizados y repetidos
hasta que lleguen a formar parte del instrumental del que
la facultad inconsciente de su mente disponga.
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