Un avión impulsado con energía solar comenzará a volar en 2009.
El avión solar desarrollado por Bertrand Piccard, el primer hombre en
completar una vuelta al mundo en globo y sin escalas, estará terminado
en 2008. El objetivo es que pueda
completar un vuelo de 36 horas sin utilizar ningún combustible.
Este primer prototipo tendrá una envergadura de 61 metros, la misma que un Airbus A340) y dispondrá de una superficie de placas solares de 200 metros cuadrados. El
peso previsto será de una tonelada y podrá desplazarse a una velocidad de 75 kilómetros hora.
Los constructores, que ya han presentado la
maqueta definitiva del aparato, aseguran que se terminará de construir
en 2008. El propio Piccard asegura que el primer test de vuelo
será "la hora de la verdad" y permitirá verificar si las simulaciones efectuadas por ordenador son realistas.
El proyecto, bautizado como "Impulso Solar", viene a demostrar que la
energía solar podrá en algún momento reemplazar al keroseno que usan
los aviones. De esta forma, se podrán
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y
proteger el clima del planeta.
El objetivo de los diseñadores es que pueda realizar vuelos de 36 horas, lo que implica jornadas de vuelo de dos días y una noche. Para poder lograrlo sólo con energía
solar, el aparato utilizará durante la noche la energía acumulada durante las horas de sol.
Si los cálculos son correctos y los ensayos satisfactorios, el avión solar realizará una travesía por el Atlántico y en 2011 una vuelta al mundo.
Ya ha habido otros intentos de diseñar aviones impulsados con la energía del sol, pero ninguno de ellos ha tenido éxito.
The Venus Project, una humanidad diferenteAl
Proyecto Venus lo componen un grupo educativo de expertos ubicado en un
Centro de Investigación localizado en Venus, Florida, y representa un
cambio radical en la forma en que utilizamos la tecnología y nuestros
recursos naturales. El proyecto tiene como meta, entre otras, eliminar
el obsoleto sistema monetario actual y lograr un intercambio simbiótico
entre humanos y naturaleza.
The Venus Project, una humanidad diferente
Tenemos al alcance de la mano los instrumentos necesarios para diseñar y construir un futuro que sea digno del potencial humano. El Proyecto Venus intenta mostrarnos cual es la dirección que debería tomar la humanidad para efectuar un rediseño total de nuestra cultura, utilizando el principal recurso del homo sapiens: nuestro propio ingenio.
Es cierto que en varias oportunidades grupos de sociólogos y expertos
han intentado formular estrategias de cambio similares, pero en general
solo se han referido a cambios superficiales. El Proyecto Venus enfoca
este tema de una manera diferente, tomando en cuenta aspectos políticos
y económicos, para proponer una nueva civilización mundial sostenible y
diferente de cualquier sistema social que haya existido antes.
En la nueva cultura, las guerras, la pobreza, el hambre, la degradación
ambiental y el sufrimiento humano son inaceptables. Está claro que los
problemas que hoy enfrenta la humanidad no pueden ser solucionados
política o económicamente de forma rápida, ya que no parece haber
suficiente dinero para financiar los cambios necesarios, a pesar de
tener bastantes recursos naturales.
Por este motivo el Proyecto Venus se basa en la transición de una
sociedad monetaria a una basada en los recursos globales. Por supuesto,
este cambio requerirá un salto cuantitativo tanto en el pensamiento
como en la acción.
La humanidad desde hace siglos ha basado el intercambio de bienes y servicios en el dinero. Todos los sistemas económicos del mundo, incluidos el socialismo y el comunismo,
provocan la estratificación social porque están basados en la
disparidad económica. Un sistema social que emplea dinero o el trueque
provoca que la gente intente mantener una ventaja dentro de la
competitividad económica. En la busca de esa ventaja se emplean métodos
abusivos, injustos y hasta violentos. Este es el método de intercambio
que emplea hoy la humanidad, y a menudo no es capaz de proporcionar un
nivel alto de vida para cada uno de nosotros, ni tampoco puede asegurar
la protección del medio ambiente porque el motivo principal es el
“beneficio propio”. Como dicen en The Venus Project, el cambio cultural no ha acompañado al cambio tecnológico.
Jacque Fresco es uno de los impulsores más grandes de este cambio, y apuesta a una economía basada en los recursos. En esta forma de economía, todos los bienes y servicios están disponibles para todos, sin necesidad de dinero, créditos, trueque, o cualquier otra forma de deuda o servidumbre.
Según Fresco, la Tierra es abundante en recursos naturales, y la
práctica actual de racionarlos por métodos monetarios es contraria a
nuestra supervivencia. La sociedad moderna tiene el acceso a
tecnologías sumamente avanzadas que nos podría proporcionar alimento,
ropa, alojamiento, asistencia médica, educación y energía (no
contaminante) ilimitada. Sin embargo, esto solo puede lograrse con un
uso inteligente y humano de la ciencia y la tecnología.
Muchas personas creen que la tecnología es la causa principal de la contaminación ambiental.
Esto es falso. Lo que ocurre es que se está haciendo un mal uso de la
tecnología. Las máquinas deberían servir para darnos mejor calidad de
vida, para que tengamos menos horas de trabajo y más vacaciones. Según
puede leerse en The Venus Project , “si todo el dinero del mundo fuera
destruido, dejando la superficie del suelo, las fábricas, y otros
recursos intactos, el hombre seguiría siendo capaz de construir aquello
que desea y satisfacer también cualquier necesidad.” El dinero no es lo
que la gente necesita, sino el libre acceso a las cosas básicas de la
vida. En una economía basada en los recursos, el dinero no sería
necesario. Todo lo que se requeriría sería los recursos y la
fabricación y distribución de los productos.
Cuando la educación y los recursos estén disponibles para toda la
humanidad, sin un precio, no habrá ningún límite al potencial humano.
En tal sociedad, la medida del éxito estaría basada en el cumplimiento
de búsquedas individuales más que en la adquisición de riqueza,
propiedad y poder.
Jacque Fresco también ha explicado detalles de cómo esa sociedad basada en los recursos construiría sus ciudades:
"Creo que la mayoría de las viejas ciudades tienen que derribarse, y
extraer de ellas todos los recursos posibles. Y es mucho más fácil
rediseñar una ciudad como un sistema operativo, como un todo, que
intentar rehabilitar las viejas ciudades y actualizarlas: esto no sería
viable económicamente.”. En una entrevista al programa “Redes” de TVE
expresó que "cada ciudad se diseñará como una ciudad universitaria que
ayude a mantener al día a todos los ciudadanos en todo lo que es nuevo,
y cómo se relaciona la ciudad con otros sistemas vivos. La ciudad
también debe contener centros de arte, de música, escuelas, dentistas,
tiendas,... de manera que las personas no tengan que ir en coche en una
dirección para ir al dentista y en otra para ir a las tiendas y en otra
dirección para el trabajo. En resumen: la ciudad debe ser un sistema
autosuficiente similar al cuerpo humano. Debe poder regenerarse y debe
geerar suficiente energía para que funcione. La ciudad debe estar
controlada por ordenadores. En las ciudades del futuro, con
inteligencia interna, las ciudades podrán pensar, prepararse a sí
mismas, mantenerse y ponerse al día así mismas basándose en la razón,
los descubrimientos y la tecnología y metodología.”
El siguiente video ha sido realizado por el director William Gazecki.
Titulado “Future by Design”, explora la obra de Jacque Fresco y muestra
muchas de sus maquetas (rediseñadas por ordenador), explicando muy bien
algunas de sus teorías.
Jacque Fresco es uno de los impulsores de este cambio.
El Proyecto Venus enfoca l ahumanidad de una manera diferente.
Como Waterworld, pero en ChinaEn
algunos países de Oriente Medio y Asia se están construyendo algunos
edificios que hace solo una década parecían inviables. Sin embargo, los
problemas planteados por estas grandes estructuras se van resolviendo,
y algunos estudios de arquitectura proponen obras cada vez más osadas,
el proyecto ganador del concurso internacional WaterWorld.
Como Waterworld, pero en China
El proyecto ganador del concurso internacional WaterWorld ha sido el propuesto por el Atkin’s Architecture Group, que propone construir un espectacular centro turístico sobre un salto de agua en Songjiang, China.
En esencia, se trata de un hotel de
400 habitaciones, construido con elementos naturales locales, espacios
privilegiados y únicos en el mundo ubicados bajo el agua, además de
lujosas piscinas y otros servicios. Todo esto se encuentra dentro de
una cantera abandonada, que sería aprovechada para la construcción del
hotel.
El edificio propiamente dicho se encuentra empotrado en las rocas de
los lados de la cantera, y su parte inferior se encuentra sumergida en
el agua del fondo. Esto permite disponer de algunas habitaciones submarinas.
Tal como se estila en un hotel de esta categoría, los arquitectos han
previsto la existencia de una piscina de lujo, y han ido un paso mas
allá proponiendo un centro de deportes extremos que incluyen desde escalada libre hasta salto en bungee, aprovechando el desnivel natural de la cantera.
El Atkin’s Architecture Group, estudio responsable de este diseño, se
especializa en construir complejos ultra lujosos y grandes hoteles en
el Oriente Medio, países árabes y Asia.
Si se decide finalmente la construcción de este portento de la
ingeniería, China estaría entre los países más avanzados en cuanto a
hotelería se refiere.
Seguramente veremos cada día más proyectos como este o como los que se están llevando a cabo en Dubái. La posibilidad de utilizar masivamente el cristal como paredes de las casas y edificios, gracias a la nanotecnología, permitirá formas y funcionalidades nunca vistas.
Un hotel de 400 habitaciones, construido con elementos naturales.