Amor sin dependencia Como transitar por los senderos del verdadero amor.
Declararse
afectivamente libre es promover el amor sin opresión, es distanciarse
de lo perjudicial y contactar con el lado saludable del amor.
Aunque
hay muchas diferencias entre lo que significa amor y dependencia,
podríamos destacar algunas de ellas, como por ejemplo el hecho de que
dos personas que se aman verdaderamente son capaces de estar solas sin
tener una sensación de carencia afectiva o vacío.
Si hay amor
uno no tiene miedo a perder a la persona amada, pero si hay
dependencia, el temor al abandono se manifiesta permanentemente.
En el amor no hay celos infundados, en la dependencia son comunes los celos incontrolados e irracionales.
En el amor la autoestima se fortalece, en la dependencia los sentimientos de inseguridad crecen como la espuma.
Para
aumentar nuestra autoestima hay que fijarse en las propias virtudes,
rechazar la autocrítica, mostrarse indiferente a los ataques de los
demás, proponerse retos asequibles y premiarse por conseguirlos, tomar
decisiones sin contar con el apoyo de nadie y no pensar en lo que
estarán pensando los demás.
En el amor puedo seguir siendo
“yo”, con mis intereses, gustos y necesidades en pleno funcionamiento.
En la dependencia el “yo” se desvanece en los requerimientos del otro
hasta perder la propia esencia.
En el amor hay alegría, en la dependencia, tristeza y estrés.
La
adición amorosa va de la mano de la ilusión de permanencia, la idea de
que el amor es eterno e inalterable. Esta concepción está sustentada en
el romanticismo a ultranza que considera que el amor verdadero es para
toda la vida, incluso para otras vidas. El auge de la Nueva Era ha
hecho renacer el mito de las almas gemelas cuya premisa sostiene la
existencia de alguien que encaja exactamente con uno, una especie de
media naranja cósmica., pero la realidad es que somos nosotros mismos
quienes construimos o destruimos el amor.
Cada enamorado busca
completarse en el otro. Si eres una persona débil e insegura, de manera
consciente o inconscientemente buscarás parejas que te ofrezcan
seguridad y protección. Es probable que el miedo a la desprotección o
el desamparo desencadene una fuerte necesidad de tener a alguien mas
fuerte a tu lado para poder vivir. Con el tiempo este tipo de vínculo
afectivo termina por configurar una relación maternal o paternalista.
Si
te dejaron de amar, asume que no hay nada que hacer, saca a pasear la
dignidad y no te humilles jamás. Si te lastiman o maltratan será que no
te merecen. Si no sabes si te aman, olvida esta relación, a los
enamorados de verdad no hay que convencerlos de su amor. Hay que
practicar el realismo afectivo: no dejar que el amor adicto te arrastre
a la irracionalidad, descartar el autoengaño y descartar la esperanza
inútil, la que nos aleja del aquí y del ahora.
Lo que nos hace
inmunes a la adicción afectiva es explorar el mundo buscando otras
fuentes que nos hagan sentir llenos, hacernos cargo de nosotros mismos
y exaltar la autonomía, darle un sentido a la propia vida y potenciar
el crecimiento personal y la vocación.
Andar lo más rápido que
se pueda, pero sin desconocer los abismos, tomar las curvas con
cuidado, embelesarse sin idiotizarse, amar sin subordinarse.
Resumen del artículo "Amor sin dependencia" de Walter Riso, aparecido en el nº 298 de la Revista Integral
Mucha luz para todos.
Tumagia
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