11 de Diciembre, 2007
Creando la realidad.
Nosotros
los seres humanos hemos tenido siempre la capacidad de crear nuestra
propia realidad, pero, aunque a nosotros nuestras religiones nos lo
enseñan, hemos rechazado este hecho como falso. Ahora, nos encontramos
en el momento de mantenernos abiertos a la posibilidad de que Dios no
nos abandonó y que él nos puso al alcance todas las herramientas
necesarias para nosotros encontrar el camino a la luz. No creerlo
simplemente, sino saber que es así. Dios no nos condenó a la oscuridad
y nosotros no la generamos desde las profundidades de nuestro ser, pero
si nos dió los medios por los cuales salir de su sombra
Técnica 22 por 4.
Éste
simple ejercicio creará un ajuste mental automático, en apenas 22
segundos. Usted no necesita creer en él, solo debe de practicarlo.
Todos
los días, al mediodía, 3 PM, 6 PM y 9 PM, por 22 segundos, visualice
una realidad que usted desee para si mismo o para algún ser querido.
Repita esto cada día por 10 días.
Después
de 10 días, califique su capacidad de crear su realidad determinando,
lo mejor posible, cuánto más cerca se encuentra de alcanzar esa
realidad.
Al
alcanzar su meta, pase los próximos 3 días, siguiendo el mismo horario,
12 del mediodía, 3 PM, 6 PM y 9 PM, dando las gracias por lo que ha
alcanzado.
Es
posible que al cabo de los 10 días no haya podido realizar su creación.
Esto quizá sea el resultado de un patrón karmico, creado sobre muchas
vidas pasadas, en el cual usted no se permite obtener lo que usted
desea. ¡Pero, no se desespere! Esto solo significa que debe continuar el ejercicio hasta alcanzar lo que usted desea.
Si
tiene varios deseos para si mismo y para los demás, deberá ser algo más
creativo en su visualización. Inténtelo, que le gustarán los
resultados....
Recuerde, nosotros todos somos dioses...
por Frances Fox.
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Por david_kether - 11 de Diciembre, 2007, 23:21, Categoría: Metafisica.
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EL LENGUAJE DE LAS EMOCIONES.
La vida emocional repercute en el sistema inmunológico por lo que estar
sanos depende, en parte de tener un espíritu optimista.
Las emociones constituyen una de las facetas del ser humano más
desconcertantes. Conocer qué son y como funcionan es el primer paso para
alcanzar el autocontrol.
Hay centenares de emociones, siendo las principales la ira, la tristeza, la
alegría, el miedo, el amor, la sorpresa, la aversión y la vergüenza. Cada
una de ellas se experimenta con múltiples matices y además en ocasiones se
combinan varias para crear nuevas modalidades
Toda emoción supone reacciones físicas encadenadas que, si bien en un
primer momento son normales y hasta necesarias, cuando se prolongan o tienen
lugar de forma desproporcionada aumentan los niveles de toxicidad de
nuestras células, pudiendo llegar a desencadenar enfermedades orgánica.
Cada emoción predispone al cuerpo a un tipo de respuesta
La ira : aumenta el flujo sanguíneo hacia las manos, el ritmo cardíaco y
los niveles de aquellas hormonas que, como la adrenalina, generan la
cantidad de energía necesaria para emprender acciones vigorosas.
La tristeza : tiene la finalidad de ayudarnos a asimilar una pérdida
irreparable. Conlleva la disminución de la energía y el entusiasmo con el
que acometemos habitualmente las actividades vitales y sociales, y un
encierro que nos permite llorar la pérdida, evaluar sus consecuencias y
planificar cómo actuaremos cuando retome la energía.
La alegría : aumenta la actividad del centro cerebral encargado de inhibir
los sentimientos negativos. Crece el caudal de energía disponible y el
organismo experimenta entusiasmo ante cualquier tarea.
El miedo : hace que se retire la sangre del rostro y de otras zonas del
cuerpo para llevarla hasta la musculatura de las piernas. De esta forma
contamos con el aporte de oxígeno necesario para emprender una posible
huida. Al mismo tiempo, el cuerpo se paraliza durante fracciones de segundo
que el cuerpo pensante emplea para calibrar la respuesta más adecuada, por
ejemplo, esconderse. Las conexiones nerviosas de los centros emocionales del
cerebro desencadenan una respuesta hormonal que pone al organismo en estado
de alerta general. Todo esto hace que aumente también el ritmo cardíaco y la presión arterial.
El amor, la ternura y la satisfacción sexual : activan el sistema nervioso
parasimpático, que es el opuesto fisiológico de las respuestas "huida" o
"lucha" , propias del miedo o la ira. La reacción parasimpática está ligada
a la respuesta relajación. Conlleva un estado de calma y satisfacción que
favorece la convivencia.
La sorpresa : produce un arqueo de las cejas que aumenta nuestro campo
visual, favoreciendo la entrada de luz en la retina. De esta forma obtenemos
información adicional sobre el acontecimiento inesperado.
La aversión : produce una expresión facial universal: ladeo del labio
superior y fruncimiento de la nariz. Son gestos básicos necesarios para
expulsar de la boca algo de sabor desagradable o evitar un olor molesto, y
que se utiliza también metafóricamente para expresar desaprobación.
CUESTIÓN DE QUÍMICA
Las respuestas físicas mencionadas se producen cuando, a través de los
sentidos, llegan al cerebro determinados estímulos. En ese momento empiezan
a producirse toda clase de reacciones químicas que a través de los
neurotransmisores - algo así como nuestros cables eléctricos internos-
estimulan otros centros que, a su vez, segregan sustancias con funciones
concretas. Así, la oscuridad, estimula la secreción de melatonina, que
induce al sueño.
Todas las predisposiciones biológicas a la acción citadas son modeladas
posteriormente por nuestras experiencias vitales. El entorno modela las
respuestas emocionales hasta tal punto, que podemos adquirir hábitos que
lleguen a confundirse con rasgos de la personalidad. Así, si alguien ha
vivido una infancia de malos tratos, seguramente será violento con sus hijos
porque éste es el único patrón que ha conocido.
La mente racional invierte más tiempo que la emocional en responder a un
estímulo. Por ello el primer impulso ante cualquier situación procede del
corazón. Existe también un segundo tipo de reacción emocional, más lenta,
que se origina en los pensamientos. Esta forma de activar las emociones es
deliberada: si alguien te insulta llenándote la cara de ira, cada vez que lo
recuerdas, reproducirás la misma reacción emocional.
ORIGEN ORGÁNICO
En la parte superior de la médula espinal se encuentra el tallo encefálico,
la región más primitiva del cerebro, regulador de las funciones vitales
básicas- respiración, metabolismo de los órganos, etc- . De este cerebro
primitivo emergieron después los centros emocionales y, millones de años más
tarde, el cerebro pensante.
Nuestras primeras emociones fueron producidas por olores. Al principio, el
centro olfativo estaba compuesto sólo por dos grupos celulares: uno
registraba cualquier aroma y lo clasificaba- comestible, tóxico, sexualmente
disponible...- y el otro, enviaba respuestas reflejas a través del sistema
nervioso, ordenando nuestro cuerpo las acciones a llevar a cabo- comer,
vomitar, etc- Luego, el cerebro evolucionó y se conformaron nuevos grupos de
células, hasta constituirse el sistema límbico. Justo ahí se registran las
emociones.
Cuando se atrapa la rabia o el miedo, se está bajo la influencia del sistema
límbico. En él se encuentran el tálamo, encargado de enviar a la parte
pensante del cerebro la información que recibe de los sentidos; el
hipotálamo, que regula los impulsos sexuales y otros estados anímicos; el
hipocampo, relacionado con el aprendizaje y la memoria ; y la amígdala, que
controla el miedo.
Cuando el sistema límbico se conformó, el hombre dejó de responder sólo de
forma refleja a los estímulos; seguía decidiendo si comer o no un alimento
en base a su olor, pero reconociendo los aromas y discriminando más
conscientemente los buenos de los malos. Este trabajo era y es realizado por
el cerebro nasal, una parte del circuito límbico que constituye la base
rudimentaria del cerebro penante o neocórtex.
Con el paso de millones de años más, el neocórtex - el intelecto- siguió
desarrollándose . Esta parte del cerebro nos permite experimentar
sentimientos - además de coordinar nuestros movimientos- y reflexionar sobre
ellos. A él debemos la supervivencia de nuestra especie y que se pusiera en
marcha nuestra vida emocional: así, además de experimentar placer con el
apareamiento, se crearon vínculos afectivos. Al ir aumentando con el tiempo,
la masa de neocórtex, ha ido creciendo el número de conexiones neuronales
con el sistema límbico, lo que incrementa la cantidad de respuestas
emocionales.
De la misma manera que existe una estrecha relación entre las emociones y
nuestros centros nerviosos, la vida emocional tiene repercusiones en el
sistema inmunológico. Como guardián del cuerpo, dicho sistema identifica
cada célula del organismo y decide lo que le es propio para protegerlo y lo
que le es extraño- un cáncer, por ejemplo. Para destruirlo. De ahí el
rechazo que a veces se produce ante determinados trasplantes.
Cuando experimentamos emociones negativas, nuestro aparato inmunológico ve
disminuida su eficacia, mientras que las personas alegres tienen una gran
capacidad de respuesta a las agresiones tanto internas como externas.
CÓMO CONTROLARLAS
La parte más evolucionada del cerebro, el neocórtex, es la que ha de
utilizarse para conseguir el control de las emociones.
Con inteligencia racional, debemos ordenar a nuestro cerebro que razone las
causas de un arrebato de ira o un ataque de timidez, y luego ordenar que la
emoción se calme.
Para conseguirlo , podemos respirar de forma abdominal , llenando y
vaciando, profundamente, primero el abdomen y luego los pulmones. Si no
encontramos razones para los arrebatos se debe dar la orden igualmente de no
perder el control.
Aplicando la capacidad de razonar al terreno emotivo, se reeducará la
inteligencia emocional. Las emociones sólo se manifestarán cuando la
situación lo justifique. Con paciencia se consigue controlar tanto las
innatas como las adquiridas y se equilibra cuerpo, corazón y mente. El yoga
es una buena ayuda en el proceso de control emocional.
Autor: Mayte Suárez Santos
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Por david_kether - 11 de Diciembre, 2007, 23:11, Categoría: Autoayuda.
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LIBRO EL SECRETO.
Por david_kether - 11 de Diciembre, 2007, 23:06, Categoría: General
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Un satélite de la Nasa confirma la "música de las esferas"
La atmósfera del Sol emite ondas sonoras 300 veces más graves que los tonos que pueda captar el oído humano
Un
satélite de la Nasa ha confirmado la ancestral tradición de la música
de las esferas, según la cual los cuerpos celestes emiten sonidos
armónicos. Aunque la música de las esferas ha derivado primero en la
noción de armonía universal y después en simetría, ahora se ha
descubierto que la atmósfera del Sol emite realmente sonidos
ultrasónicos y que interpreta una partitura formada por ondas que son
aproximadamente 300 veces más graves que los tonos que pueda captar el
oído humano.
Por Eduardo Martínez.
La música de las
esferas ha apasionado desde siempre a los estudiosos del Universo. Para
los pitagóricos, los tonos emitidos por los planetas dependían de las
proporciones aritméticas de sus órbitas alrededor de la Tierra, de la
misma forma que la longitud de las cuerdas de una lira determina sus
tonos. Las esferas más cercanas producen tonos graves, que se agudizan
a medida que la distancia aumenta.
Lo más hermoso era que, según
ellos, los sonidos que producía cada esfera se combinaban con los
sonidos de las demás esferas, produciendo una sincronía sonora
especial: la llamada "música de las esferas".
Para los
pitagóricos, por tanto, el Universo manifiesta proporciones "justas",
establecidas por ritmos y números, que originan un canto armónico. El
cosmos, a sus ojos, es por tanto un sistema en el que se integran las
siete notas musicales con los siete cuerpos celestes conocidos entonces
(el Sol, la Luna y los cinco planetas visibles). A estos planetas se
añadían tres esferas suplementarias que alcanzaban el 10, el número
perfecto.
La misma armonía celestial fue descrita por Platón
cuando, en Epinomis, declaró que los astros ejecutan la mejor de todas
las canciones. Cicerón también se refirió en el canto de Escipión a ese
sonido tan intenso como agradable que llenaba los oídos de su héroe y
que se originaba en las órbitas celestes, reguladas por intervalos
desiguales que originaban diferentes sonidos armónicos.
La gran música del mundo
La
tradición que consideraba al Universo como un gran instrumento musical
se prolonga durante la Edad Media y hasta el siglo XVII, en el que
tanto Kircher (que hablaba de "la gran música del mundo") como Fludd
(que concebía un Universo monocorde en el que los diez registros
melódicos evocados por los pitagóricos traducían la armonía de la
creación), dejaron constancia de su vigencia.
Sin embargo, fue
el astrónomo Kepler quien estableció que un astro emite un sonido que
es más agudo tanto en cuanto su movimiento es más rápido, por lo que
existen intervalos musicales bien definidos que están asociados a los
diferentes planetas. Kepler postuló, en su obra Harmonices Mundi, que
las velocidades angulares de cada planeta producían sonidos.
De
hecho, Kepler llegó a componer seis melodías que se correspondían con
los seis planetas del sistema solar conocidos hasta entonces. Al
combinarse, estas melodías podían producir cuatro acordes distintos,
siendo uno de ellos el acorde producido al inicio del universo, y otro
de ellos el que sonaría a su término.
Newton, mecanicismo y armonía
Casi
un siglo después, Newton engloba dos visiones del mundo que parecían
antagónicas: el mundo mecanicista (el gran reloj universal) y el orden
superior que rige al Universo. Su visión mecanicista, que permitió la
predicción de apariciones de cometas e incluso el descubrimiento de
Neptuno mediante operaciones de cálculo, reforzó la idea de que el
Universo manifiesta una gran armonía.
De esta forma, desde los
pitagóricos a la física moderna, todas las propuestas teóricas que han
pretendido explicar el mundo han utilizado la misma noción de armonía
evocada por Newton.
Después de Newton, la armonía será invocada
por los físicos para describir y comprender el mundo, aunque de forma
diferente. Einstein, por ejemplo, descubrió la Relatividad porque
estaba convencido de la armonía del Universo.
El nuevo lenguaje
de la física y la astrofísica habla de espectros, frecuencias,
resonancias, vibraciones y de análisis armónico, según el cual una
señal variable en el tiempo puede describirse mediante una composición
de funciones trigonométricas.
Armonía geométrica
Por
lo general, esta armonía universal es descrita más de forma matemática
y geométrica que musical: a finales del XIX, los físicos descubren que
los rayos de emisión que se producen de una des-excitación del átomo se
expresan mediante una fórmula única compuesta de números enteros,
similares a los intervalos musicales.
En la actualidad, la
armonía espectral se explica a través de la mecánica cuántica, ya que
los niveles de energía de los electrones de un átomo, que son
discontinuos, se pueden expresar también mediante números enteros.
Esta
armonía oculta ha adoptado así un nuevo nombre, la simetría, ya que la
física actual emplea las simetrías geométricas para describir, unificar
y clasificar a las partículas elementales y sus interacciones, así como
para explicar los diferentes modelos teóricos del Universo.
Por
ejemplo, una de las más recientes teorías físicas describe a las
partículas elementales no como corpúsculos, sino como vibraciones de
minúsculas cuerdas, consideradas entidades geométricas de una
dimensión. Sus vibraciones se fundan en simetrías matemáticas
particulares que representan una prolongación de la visión pitagórica
del mundo y la recuperación, en la más moderna visión del mundo, de la
antigua creencia en la música de las esferas.
De Kepler a TRACE
En
este contexto de búsqueda de la armonía, un satélite enviado al
espacio, en abril de 1998 por la NASA, el Transition Region and Coronal
Explorer (TRACE), ha encontrado las primeras evidencias de música
originada en un cuerpo celeste, tal como habían imaginado los
pitagóricos primero y Kepler más tarde.
El TRACE tiene como
objetivo estudiar la turbulenta atmósfera superior del Sol o corona
solar, en la que se desencadenan tormentas y protuberancias. Está
equipado con un telescopio especial dirigido hacia la llamada "región
de transición", que se encuentra entre la superficie relativamente fría
del sol, la baja atmósfera donde las temperaturas son más altas, y la
alta atmósfera o corona, mucho más caliente.
El TRACE posee una
resolución temporal diez veces superior y una resolución espacial 5
veces mayor que la de cualquier otro observatorio solar. Gracias a sus
características, los astrónomos han podido descubrir la enorme
complejidad de la corona solar y obtener imágenes de vídeo del Sol en
lugar de imágenes estáticas (lo que aporta una dimensión temporal al
estudio de la evolución a corto plazo de las estrellas).
Sonidos inesperados
Ha
sido con la ayuda de esta nueva herramienta cosmológica que los
científicos del Southwest Research Institute (SwRI) en San Antonio
(Tejas), han descubierto que la atmósfera del Sol realmente "suena",
tal como habían anticipado los pitagóricos y la tradición científica
posterior, debido a que está llena de ultrasonidos en forma de ondas,
tal como explica en un comunicado el propio Instituto.
Según
este descubrimiento, la tradicional música de las esferas consiste en
realidad en un "ultrasonido solar" que interpreta una partitura
formada, según el satélite de la NASA, por ondas 300 veces más
profundas que el sonido de la más profundas vibraciones audibles por el
oído humano, con una frecuencia de 100 mili Hertz en periodos de 10
segundos. Un hertz es la frecuencia de un fenómeno periódico cuyo
periodo es 1 segundo. El ser humano no puede escuchar sonidos de
frecuencia menor a 16 Hz (sonidos infrasónicos), ni mayor de 20 kHz
(sonidos ultrasónicos o supersónicos).
Según sus descubridores,
en diez segundos estas ondas se convierten en ultrasónicas debido a que
los átomos individuales experimentan en el Sol sólo unas pocas
colisiones durante el paso breve de cada onda, al igual que ocurre con
el ultrasonido aquí, en la tierra.
Las ondas ultrasónicas se
producen o bien por el choque repentino de flujos electromagnéticamente
inducidos en la superficie solar, o bien por el choque de determinadas
ondas de baja frecuencia sonora, cuando éstas se levantan como las olas
del mar desde la superficie del sol.
Ambas razones podrían
explicar, además del sonido de la música de las esferas, otro viejo
misterio de nuestro Sol: la fuente de calor extra con la que cuenta
esta estrella en su superficie.
Explicación para las diversas temperaturas solares
A
una temperatura superior a los 100.000 ºC, la cromoesfera, situada
entre el núcleo del sol y el arco solar, está aproximadamente 20 veces
más caliente que la superficie del Sol (que tiene una temperatura de
6.000 ºC).
La corona solar (que rodea al sol), está todavía más
caliente: 200 veces más que su superficie. Aunque los científicos
habían intentado buscar las razones para esta diferencia durante 50
años, no habían dado con ellas.
Las ondas de sonido son
detectadas desde lejos como pequeñas fluctuaciones en la luminosidad de
las emisiones solares ultravioletas. El ultrasonido solar está en el
límite de lo que puede detectar TRACE, y es tan débil que las ondas
individuales no se registran. El satélite TRACE es un telescopio
ultravioleta que gira en órbita alrededor de la Tierra.
Aunque
el descubrimiento del TRACE ayudará a resolver un misterio establecido
por décadas acerca del Sol y del clima espacial, al mismo tiempo
constituye una nueva e inestimable contribución a la teoría de la
música de las esferas
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Por david_kether - 11 de Diciembre, 2007, 22:59, Categoría: Ciencia
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VIVIR UNA VIDA CONSCIENTE.
VIVIR UNA VIDA CONSCIENTE.
A
veces parece que estar en un camino espiritual involucra una constante
vigilancia. Aprendemos que debemos poner atención a nuestros
pensamientos, a nuestras palabras y a nuestras acciones para que
creemos la realidad que queremos. Debemos tener la voluntad para
perdonarnos a nosotros mismos y a los demás. No debemos juzgar y
criticar. Y finalmente, vamos a aprender a integrar los mundos material
y espiritual. Eso parece mucho trabajo y no obstante todo requiere
solamente una cosa, que estemos en un estado de consciencia, en donde
seamos el observador, ver lo que está sucediendo en el momento
presente. Todo lo demás se desarrolla desde ese punto.
Somos
seres espirituales por naturaleza y nuestro reto es recordar eso. No
estamos creando algo nuevo aquí, nos estamos re-conectando con una
parte muy antigua y poderosa de nosotros mismos, permitiéndole ser
parte de nuestra vida. Desde ese punto, aprender a ser consciente se
vuelve una serie de paso que tomamos mientras nos volvemos confortables
con esta forma de ser diferente. Por muchas vidas hemos sido guiados
por nuestra mente y emociones; permitirle a nuestra naturaleza
espiritual volverse nuestra fuerza guiadora no nos es familiar o
incluso cómodo a veces.
Cuando vivimos conscientemente
observamos nuestra realidad desarrollarse y hacemos diferentes
preguntas. En lugar de "¿por qué me está sucediendo esto a mí?"
preguntamos "¿qué mensaje necesito escuchar?". En lugar de "¿por qué
está persona me trata así?" preguntamos "¿qué estoy haciendo para
atraer esto?". En lugar de "¿por qué mi vida es un desastre?"
preguntamos "¿en dónde no estoy siendo poderoso o poderosa?".
Cuanto
más incrementemos nuestra habilidad para vivir una vida consciente, más
nos hacemos conscientes de lo que queremos y de lo que no queremos en
nuestra realidad. Fácilmente podemos establecernos límites, lo cual no
significa dejar fuera a los demás. En cambio, es establecer la energía
para lo que deseamos atraer. Atraemos personas que resuenan con
nosotros o que resuenan con las lecciones que necesitamos aprender. Si
necesitamos aprender lecciones en poder, atraeremos personas que
confirmarán nuestro poder o nos harán sentir impotentes. Si necesitamos
aprender sobre el auto-amor, atraeremos personas que reflejan nuestro
grado de auto-amor o nos harán sentir que no somos merecedores de amor.
El cuán conscientes seamos determina tanto el tipo de lección y el cómo
respondemos a ella.
Cuando aprendamos a aceptar a otros
completamente y sin juzgar, y ver cada interacción como una oportunidad
de estudiante/maestro, estaremos en el camino consciente. Y podemos
aprender a tomar el papel de investigador y observador. ¿Qué estamos
aprendiendo y qué estamos enseñando? ¿Podemos descubrir el valor y las
bendiciones que siempre están presentes en todo lo que experimentamos?
¿Necesitamos sanar a todos o estamos lo suficiente seguros en nuestras
habilidades que vemos a la persona que parece se la más impotente como
que está completamente en su poder, o tanto como esa persona se lo
permita estar? ¿Podemos dejar ir lo que no nos sirve o nos
comprometemos simplemente para probarnos que podemos?
Vivir
conscientemente nos recuerda que nosotros elegimos alegría o tristeza,
placer o dolor, abundancia de lo que nuestro corazón desea o nuestros
más oscuros miedos de acuerdo a lo que creemos sobre nosotros mismos y
lo que merecemos. Vivir conscientemente nos permite confrontar nuestras
heridas en lugar de ser confrontados por ellas. Todo lo que tenemos que
hacer es mantener la energía de lo que queremos y crear el espacio para
ello. El resto se desarrolla de acuerdo a nuestra intención y deseos.
Existen
diferentes grados o niveles de consciencia, así como existen diferentes
grados o niveles de conocimiento y entendimiento. Cada uno de nosotros
está en el nivel que es perfecto para cada momento. Y esto puede
cambiar en el siguiente momento. Nuestra preocupación está con nuestro
nivel de consciencia en el momento presente. Cuando cada uno de
nosotros puede ser consciente sobre nuestra vida eliminamos la
necesidad de la venganza o la validación. Nadie puede lastimarnos,
subestimarnos, abusar de nosotros o asustarnos. Nuestros miedos se
convierten en una oportunidad para crecer y sanar para que podamos
liberarnos de ellos. Ahora imaginen un mundo en el que cada persona
pueda hacer esto y que podamos cumplir la promesa de la luz que
transforma la oscuridad, la paz que da entendimiento y la integración
de cielo y la tierra.
Por Jennifer Hoffman
http://www.portalnuevaera.com
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Por david_kether - 11 de Diciembre, 2007, 22:52, Categoría: General
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