Evidentemente nosotros, los investigadores del Fenómeno OVNI, nos
encontramos a lo largo de nuestras investigaciones, o bien, hemos oído
hablar alguna vez, sobre las misteriosas "presencias" y "accionar" de
los Hombres de Negro (esos seres que tanto dan que pensar).
Los Men in Black (MIB) o los Messieurs en Noir, que en
nuestra lengua quiere decir Hombres de Negro (HDN), no sólo los
encontramos en nuestro tiempo Contemporáneo, sino también en la
Antigüedad.
Sé que muchos, inclusive algunos investigadores, se resistirán en
creer sobre lo expuesto, inclusive quien ha realizado este trabajo de
investigación le parecía ficticio en un momento, hasta que comencé a
desarrollar estudios y los hechos coincidían, contando en la actualidad
con numerosos informes desarrollados en todo el orbe, permitiéndome
saber aún más y poder desafiar (como tantos otros investigadores) en mi
"Investigación Paralela", en relación a "ELLOS", a ésta "Conspiración
del Silencio".
Hace ya varios años atrás que comencé a indagar, a "bucear" en ésta,
nuestra especialidad del misterio de los OVNI (que los registramos
desde tiempos inmemoriales), estas investigaciones en torno a los
"Censores de Valores" me ha llevado a realizar esta PERSECUCIÓN
FANTÁSTICA en torno a "ellos" y al mismo Fenómeno OVNI, para encontrar
la verdad de esta sinrazón.
Incidentes y pruebas contundentes, que nos remontan ya en la
Antigüedad, o en la Edad Media cuando los alquimistas recibían visitas
de misteriosos "magos" y "sabios" (vestidos de negro) o en nuestro
tiempo Contemporáneo (episodios registrados en todo el mundo), permiten
demostrar estos "encuentros" con lo imposible hecho realidad.
A lo largo de todo este informe, veremos sus PRESENCIAS, les
mostraré PRUEBAS, HECHOS, sobre la REALIDAD y EXISTENCIA de estos seres.
Los invito pues a incursionarnos en este viaje, donde comprobaremos
que los Hombres de Negro han actuado (y siguen actuando) a lo largo y
ancho de nuestro planeta, un viaje que tiene como común y como rubrica,
doce letras: LO MISTERIOSO.
Estos son los hechos. Ésta es mi Persecución Fantástica:
¿QUIÉNES SON LOS HOMBRES DE NEGRO?

La presencia de los Hombres de Negro se hace evidente en algunos casos del Fenómeno OVNI. |
La existencia de los Hombres de Negro, data ya desde la noche de los
tiempos; los encontramos en la Antigüedad y en la Edad Media. En esos
tiempos, estos seres impedían que ladrones o profanos se acercasen a
los Templos de Iniciación.
Generalmente son descriptos como seres de baja estatura, talla
normal (aunque hay varios incidentes en que se los describe con más de
un metro ochenta de estatura), de rasgos más o menos orientales y
complexión oscura, (y en ocasiones de tez blanca). Sus ojos
notablemente rasgados o normales, y en algunas ocasiones parecidos a
"bombillas de una linterna de baterías", según lo pronunciado por el
investigador silenciado Albert Bender.
Comúnmente se los observa en grupo de tres, están vestidos de negro,
-no en todos los casos-, sino que siempre llevan una prenda (o varias)
que los caracteriza, estas son del mismo color.
Su aspecto es como la raza nórdica, de rasgos orientales o esquimales.
Sus funciones en nuestro planeta, tienen un mismo objetivo: "hacer
silenciar a algunos testigos de incidentes OVNI y a investigadores, y a
toda aquella persona que haya incursionado en forma relevante en el
Conocimiento Oculto", como lo ha dado en llamar el investigador
británico (ya fallecido en la década de 1980 y también visitado por
"ellos", en su casa de Bath, Inglaterra) Sir Stephen Wrapp.
A estos los encontramos a lo largo y ancho de nuestro planeta, sin embargo no pertenecen al Servicio Secreto de ningún país.
Esta misteriosa organización, data ya desde las noches de los
tiempos, que aún nos oculta con su oscuro velo, los hechos de otras
historias, de otros mundos olvidados.
Como dijera ese gran investigador de lo insólito, (ya fallecido)
llamado John A. Keell, refiriéndose a estas extrañas visitas: "La
amenaza no está en nuestros cielos. Está en la Tierra, y en estos
momentos se esparce como una epidemia por el país y por todo el mundo".
Como veremos, no se equivocó.
Este es el accionar de estos seres.
LOS HOMBRES DE NEGRO IRRUMPEN EN EL GOBIERNO
Muchas veces nosotros, investigadores del Fenómeno OVNI, decimos que
los gobiernos CALLAN su posición frente a los OVNI, pero también hay
"algo" que son los Men in Black, que se ocupan de disuadir o asesinar
(como ya veremos) a grandes investigadores, y que también acaparó la
atención al investigador francés Aime Michel (fallecido en 1992), por
las "muertes sospechosas" de éstos, como: el "supuesto suicidio" del
Dr. Morris K. Jessup, ocurrido el 20 de abril de 1959, en el Parque
Matheson's Hammock, en el condado de Dade en Miami (Florida, EE.UU), un
excelente investigador que tuvo acceso a los archivos "Top Secret" de
la Fuerza Aérea estadounidense y del Pentágono, el repentino cáncer que
le produjera la muerte el 25 de junio de 1967 al joven ufólogo
británico Richard Tunner, que contaba sólo 21 años de edad y era
Presidente del Grupo Investigador de UFOS de la Universidad de
Cambridge, cuando acababa de realizar un excelente trabajo sobre las
misteriosas ruedas fosforescentes en el Golfo Pérsico, el "accidente"
que le costara la vida a principios de 1968 al General francés del
estado Mayor Ailleret, cuando viajaba en su avión a retropropulsión,
estrellándose en la ladera de una montaña en Madagascar, cuando el
General erró en su viraje (a pesar de haber sido un "as" de la aviación
gala) al doblar hacia la derecha, en vez de doblar al lado opuesto y
dirigirse al mar libre, cuatro días después de haber anunciado
públicamente sobre la creación de un Centro Oficial de investigación de
los MOC (Misteriosos Objetos Celestes), el "suicidio" del excelente
investigador James Mc Donald, ocurrido en 1971 en el desierto de
Arizona, la repentina muerte del ufólogo Waverey Girvan (director de la
Flying Saucer Review) en Inglaterra, del Capitán Edward Ruppelt
fallecido de cáncer como el anterior, el de Wilbur Smith, el Ingeniero
canadiense creador del Proyecto Magnet, la del ufólogo Frank Edwards el
24 de junio de 1967, víctima de un supuesto ataque al corazón, la del
Dr. Olavo Fontes en 1968, también de cáncer pulmonar, y otros
desaparecidos, como el Capitán de Aviación español Antonio González de
Boado, entre muchos otros.
Y todo esto me llevo a pronunciar que estos "supuestos suicidios o
accidentes" no fueron tales, sino que podrían tratarse de legítimos
asesinatos, realizados por esta misteriosa organización.
Además en nuestras filas, no solo contamos con "muertes
sospechosas", sino también con una lista de investigadores que han
"abandonado" abruptamente la investigación de nuestro quehacer
investigativo.
Veamos:
Transcurre el año 1953, y Albert K. Bender, fundador de la
International Flying Saucer Bureau (IFSB) anuncia que próximamente
daría la solución a todas las incógnitas del Fenómeno OVNI. El tiempo
pasó, pero en lugar del ya anunciado artículo se publicó lo siguiente:
"El enigma de los platos voladores ya no lo seguirá siendo por muchos
años. Su origen ya nos es conocido, pero todas las informaciones
relativas a él deben ser disimuladas por ÓRDENES SUPERIORES.
Desearíamos publicar íntegramente en Space Review los pormenores de
esta información, pero hemos sido advertidos de no hacer nada al
respecto. Aconsejamos a los que se ocupan del estudio de los OVNI, que
sean muy prudentes".
Tiempo después la IFSB se disolvió. Siete años más tarde, se
comprobaría que Bender había recibido la visita en su casa de
Brisgeport, Connecticut (EE.UU) de tres Hombres de Negro. (Sobre este
incidente se creó el término "benderismo", -de su apellido- ,
aplicándolo a todo suceso semejante).
Tenemos a Eduardo Buelta (ya fallecido) que se retiró del estudio
del Fenómeno, sin razones claras, también al francés Jimmy Guieu, entre
muchos otros.
James Moseley, en "Saucer News", informó al respecto:
"Según la información que nos ha llegado de fuente fidedigna,
durante los últimos meses, los investigadores principales así como los
testigos ordinarios de ovnis están siendo sometidos a una serie de
increíbles y complejos actos de terror. Entre algunos se citan actos de
"silenciamiento" -con relativo éxito- por parte de misteriosos seres
que usualmente van vestidos de negro. Llamadas telefónicas o cartas
fantásticas y amenazadoras. La aparición de automóviles con placas de
matrícula irreconocibles o sin placa alguna, que han seguido a ciertos
estudiosos de ovnis en el curso de su trabajo y otros hechos
inverosímiles que dudamos en publicar".
El investigador Michael Talbot, señala que en Oriente hay un grupo
al que se los conoce con el nombre de "Hermanos de la Sombra", y que
también trabajan con la misma postura y/o accionar que los HDN.
Veamos lo que nos dice Talbot: "... astutos y malvados, intentan
evitar que cualquier estudioso de lo oculto descubra la respuesta
proverbial. En lenguaje místico esta respuesta es el "Velo de Isis",
sinónimo del "Gran Secreto" de maeterlinck. En el ocultismo, al igual
que en el problema de los OVNI, hay una constante barrera de trampas
psíquicas. Los Hermanos de las Sombras, al igual que los HDN, amenazan
a los estudiosos de lo oculto siempre que están próximos a descorrer el
Velo de Isis. Madame Blavatsky, refiriéndose a los Hermanos de las
Sombras, dice que son las "estrellas" guía del gran estadio espiritual
de materialización".
En el año 1966, el coronel George P. Freeman, portavoz del
Pentágono, informa lo siguiente: "Misteriosos hombres vestidos con el
uniforme de las Fuerzas Aéreas, o llevando credenciales impresas
pertenecientes a distintos organismos del Gobierno, han tratado de
silenciar a los testigos oculares de objetos voladores no
identificados. Sin embargo, hemos verificado algunos de esos casos y
hemos descubierto que tales hombres no pertenecían en modo alguno a
nuestras instituciones oficiales".
Los Hombres de Negro, ya no vistieron mas sus atuendos militares,
sino que se presentaron como inspectores, agentes de seguros, operarios
telefónicos y también como integrantes de la CIA (Agencia Central de
Inteligencia), del FBI, (Oficina Federal de Investigaciones) y del
NORAD (Comando de Defensa Norteamericana).
Y una vez ya introducidos dentro de la casa de los ocasionales
testigos o investigadores, desvían el tema de conversación hacia el
Fenómeno OVNI. Y allí comienza todo. Primero el aviso. Luego el
silencio..., nada de hablar sobre lo ocurrido por lo que les pudiera
ocurrir.
También estas amenazas suelen hacerse por teléfono o por escalofriantes cartas.
De ahí en más los testigos callaron. Hasta tal punto que el propio
Gobierno se vio involucrado y tuvo que enviar a sus agentes e
investigadores tras la PERSECUCIÓN de los misteriosos personajes.
Sin embargo, estos continuaron su tarea de "silenciamiento..."
SE AHONDA EL MISTERIO
El 21 de junio de 1947 (tres días antes de la observación del piloto
Kenneth Arnold sobre el Monte Rainer, EE.UU y que dio inicio a la
Historia Contemporánea de los OVNI), cuando una patrulla guardacostas
de Puget Sound (Washington) bajo la dirección del comandante Harold A.
Dahl se dirigía a la Isla Maury, Hawai, bajo un cielo totalmente limpio
y sin viento, observan junto a su hijo y toda la tripulación, seis
objetos ovales con ventanillas en forma de ojo de buey. Dahl busca su
máquina fotográfica y dispara varias tomas de los OVNI. De pronto, los
mismos toman movimiento para desaparecer abruptamente pero antes dos
naves se rozan entre sí produciendo una lluvia de metales
incandescentes que caían sobre el mar y sobre la embarcación matando a
un perro que estaba en la patrulla teniendo la tripulación que buscar
refugio para no ser alcanzados por los fragmentos.
Una vez pasado el peligro, los protagonistas toman los metales que
habían caído sobre la embarcación y se dirigen hacia el puerto.
Al día siguiente, Harold A. Dahl recibe la visita de un Hombre de Negro, quien le aconseja que se olvidara de todo lo sucedido.
Haciendo caso omiso, se dirige a sus superiores informando lo
sucedido, quienes dispusieron que el Capitán Dawson del Servicio de
Informaciones Militares escoltara al comandante Dahl.
El 31 de julio de 1947, Harold A. Dahl, el Capitán Dawson y 32
tripulantes se dirigían a una base americana en Hamilton Field. Nunca
llegaron a destino. A pocas horas de la partida del avión, el mismo se
estrella en Kelson, no pudiendo rescatarse los fragmentos de los
objetos, las fotografías ni los tripulantes.
Una vez más los Hombres de Negro tomaban acción impidiendo que el conocimiento llegue a luz.
El 3 de agosto de 1965, el Ing. Rex Heflin logra fotografiar las
evoluciones de un OVNI cerca de Santa Ana, California. Obtiene cuatro
fotografías, las tres primeras mostrando al objeto sobre la carretera y
la cuarta toma, un anillo de humo dejado al irse éste. En ese mismo
año, dos seres visitaron a Heflin el 22 de septiembre por la noche,
pidiéndole los negativos y fotografías originales, ya que "ellos"
pertenecían al NORAD, y le solicitaron además que no hablara más del
asunto. Heflin accede al pedido.
Más tarde se comprueba que esos individuos no pertenecían al NORAD,
y por supuesto, los negativos originales nunca fueron devueltos.
Pasados 25 años de los hechos, nuevamente este caso tomó notoriedad
al "aparecer" las fotografías originales en el buzón de su domicilio.
Los análisis de las mismas desarrolladas con las más modernas técnicas
disponibles en la actualidad han confirmado la realidad de las tomas.
El incidente Rex Heflin volvió a ser noticia, cubierto otra vez en un misterio.
El libro que escribiera Morris K. Jessup (fallecido en misteriosas
circunstancias), "El Caso de los OVNI" también fue envuelto en las
redes de los Hombres de Negro.
Poco después que el libro saliera a la venta, un ejemplar de éste,
fue enviado a F.N. Furth (Jefe de Investigación Naval, en el verano de
1955) donde se pudo comprobar que al borde de las páginas existían unas
anotaciones, que al ser estudiadas y analizadas por funcionarios de la
Oficina de Proyectos Especiales y de la de Proyectos Aeronáuticos, se
comprobó que fueron escritas por tres personas distintas, esto lo
reveló el estilo al escribir, la tinta y otros.
Estas anotaciones revelaban todo el conocimiento (historia, origen, técnica, etc.) de los OVNI.
El prólogo de la edición de la Oficina de Investigación Naval, decía
lo siguiente: "Las anotaciones implican un íntimo conocimiento de los
OVNI, sus medios de movimiento, origen, pasado, historia y costumbre de
los seres que los ocupan y constituyen un valiosísimo material para la
investigación. Fueron encontradas en un ejemplar del libro de Jessup.
Debido a la importancia que otorgamos a la posibilidad de descubrir
pistas que conduzcan hasta la naturaleza de la gravedad, ningún posible
motivo por desacreditable que sea desde el punto de ciencia clásica,
debe ser descartado".
Sobre estos acontecimientos se los hace responsable a los Hombres de Negro.
Cuando Jessup revisó el volumen, notó que la letra correspondía a su
misterioso corresponsal Carl M. Allen (conocido también como Carlos
Miguel Allende). Al ser intentado localizar a Allen (o Allende) por la
dirección del remitente de sus cartas, nunca fue hallado.
Morris K. Jessup (que se dedicó mucho tiempo al estudio del
Experimento Filadelfia) al igual que su misterioso corresponsal (que le
brindaba informaciones al respecto), había acordado ir a cenar el 20 de
abril a la casa del Dr. Valentine, donde Jessup le brindaría
aportaciones vinculadas a tal Experimento, en un borrador que tenía
preparado.
Sin embargo, ésta no llegó a realizarse. Antes de las 18,30 horas,
Jessup se "suicidó" en el Parque Mathenson's Hammock, en el Condado de
Dade, Miami, el 20 de abril de 1959, "inhalando monóxido de carbono,
tras haber acoplado una manguera al tubo de escape e introducido al
otro extremo en el interior del vehículo".
Un testigo informó al Dr. Valentine que no fue encontrado ningun borrador en el interior de su coche.
Cuando más se investiga este episodio, más extraño resulta el mismo...

Fotografía del investigador Morris K. Jessup, también envuelto en las "redes" de los Hombres de Negro. |
EL SER DEL EXTRAÑO LENGUAJE
El ladrido de los perros despertó a Joseph Henslik, en Greenland,
Long Island, Nueva York, una mañana de octubre de 1967. Al mirar hacia
fuera quedó visiblemente sorprendido, un extraño objeto circular
revoloteaba por el edificio de Correos, cercano a su casa. Apresurado
tomó su máquina fotográfica y corrió hacia el patio. Descargó su rollo
de película contra el disco luminoso, que llevaba una torreta en su
parte superior. En ella, se divisaban ventanas. Como el objeto se
hallaba a poca altura, fácil fue suponer que las fotografías
resultarían excepcionales. Pero, lo que Henslik no tuvo en cuenta
apareció luego: dos días después que le fueron devueltos los negativos
(que eran realmente nítidos), fue visitado por una pareja de hombres
desconocidos. Cuando regresó a su casa -a una hora tan imprevista como
las 3 de la mañana-, se encontró con que lo estaban esperando. Eran de
estatura mediana, cabello negro y tez profundamente morena. Ambos
vestían ajustados pantalones negros, jerseys del mismo color (hasta el
cuello) y una campera que -según el dueño de casa- semejaba la chaqueta
negra de un smooking o pijama.
"Queremos hablar con usted -interpeló uno de ellos en un idioma
singular, con ligero acento escandinavo-, pertenecemos al gobierno".
Sigue el testigo diciendo que no le mostraron absolutamente nada,
pues "pertenecían a una agencia secreta del Estado". Más tarde se
explayaron en detalles sobre la vida íntima de Joseph que éste quedó
francamente impresionado. "Sabemos que usted ha tomado fotografías que
pueden ser consideradas como auténticas y en nombre de su familia, el
Gobierno y el mundo, le pedimos que nos las entregue". Los visitantes
recibieron como respuesta una confusa explicación, donde se les
comentaba que no habían vuelto de la casa reveladora. Prometieron
regresar al día siguiente. Fue cuando Henslik examinó con la lupa los
negativos y descubrió algunas marcas muy claras en el OVNI (pero la
copia estaba borrosa para permitir una lectura clara).
"Si hubiera hecho yo las copias hubiera conseguido más sombra en
torno a las ventanillas del artefacto. Pero, lo que más me preocupaba
era el retorno de aquellos personajes. Fue exactamente a las 3 de la
mañana del día siguiente a la primera visita, que aparecieron. No dos,
sino tres. Todos vestidos de negro. De nuevo me amenazaron vagamente
cuando negué las copias. Por ultimo les dí los negativos. Los revisaron
tranquilamente con una linterna. Luego, se marcharon, advirtiéndome de
que no hablase una palabra ni mencione las fotos".
Para sorpresa mayor del testigo, no alcanzó a ver vehículo alguno
que los trasportase, pese a que vivía en las afueras y hubiesen
necesitado uno.
¿Cómo salieron de aquel lugar?. Nunca se supo. Sin embargo, las misteriosas maniobras de los Hombres de Negro siguieron impunes.
LO IMPOSIBLE HECHO REALIDAD
El biólogo Ivan T. Sanderson (fallecido en circunstancias no muy
claras), detalla con lujo de detalles un nuevo encuentro "con lo
imposible" en su libro "Uninvited Visitors". Veamos lo sucedido:
"En su momento se presentó ante la puerta de una familia que había
sido testigo de la aparición de un OVNI, la persona más singular que
puede imaginarse. La noche era muy fría, el individuo llamó a la puerta
y se anunció como agente de seguros. Tendría unos siete pies de
estatura (1,75 mts), cabeza pequeña, piel blanquecina, miembros muy
delgados denotando una fuerte constitución. Dijo buscar a un caballero
que tenía el mismo nombre que el dueño de casa, ya que podría haber
heredado una fuerte suma de dinero. Llevaba además un gorro de piel con
visera y un traje negro. A pesar de la bajísima temperatura, no tenía
nada encima del traje. Al entrar mostró una tarjeta de tipo oficial
(aparentemente), y la guardó en un siantamen. Al cabo de un rato,
mientras charlaba, dejó ver debajo de su "americana" sobre la camisa,
una placa oficial, que inmediatamente cubrió con la mano, quitándosela.
Pidió exactamente cuarenta minutos para formular preguntas. Cuando se
le dijo que sí, pasó treinta de ellos refiriéndose a una cicatriz que
el dueño de casa tenía en el pecho, desarrollando detalles que ni
siquiera eran conocidos por los mismos familiares. Luego se levantó
para irse. Los diez minutos finales los pasó facilitando a los
asombrados interlocutores, un largo e intrínseco acertijo, pidiendo
ayuda para resolver el enigma. Acto seguido, se fue. Mientras duró la
entrevista, la hija mayor de la casa sintió viva intriga porque -al
resbalar el pantalón del extraño visitante hacia arriba- por las
huesudas piernas divisó un cable verde, que le salía por debajo de los
calcetines y ascendían por la pantorrilla, hasta incrustarse en la
carne, en dos puntos separados por una cicatriz de 2 ó 3 centímetros de
largo. Como consecuencia de ello, la chica se ocultó en la parte
trasera de la casa y observó la salida del hombre. No había luces y el
lugar estaba oscuro. Sin embargo, pudo apreciar un coche negro, sin
placa, que salió de un camino cercano proveniente del bosque lindante.
Había más de dos hombres en su interior. El individuo subió y
desaparecieron en la ruta".
Hasta aquí el relato. El testigo nunca más habló acerca de lo observado.
EL EXTRAÑO SUCESO MUNDT
Un nuevo episodio y de consecuencias espantosas, fue lo ocurrido a
mediados de agosto de 1977, en Flaxton, Arkansas, teniendo como
protagonista a Mr. Charles Mundt, quien es testigo de una observación
OVNI y de la presencia de los Hombres de Negro.
Mundt había regresado a su casa, luego de venir de su oficina a las
nueve y cuarto de la noche. Antes de entrar a la misma, decide cerrar
las ventanillas de su automóvil, situado en la acera de la puerta de su
casa.
Al regresar, observa en las copas de los árboles unas luces zigzagueantes que iluminaban la acera y el jardín de su casa.
Creyendo que era el único testigo de este Fenómeno OVNI, observa dos
hombres vestidos de negro, justo debajo del árbol donde se encontraba
el objeto volante. Mundt trató de dirigirse hacia ellos, pero una
fuerza extraña lo paralizó. Uno de los hombres lo miraba muy fijamente.
De pronto ambos seres se perdieron en la oscuridad de la noche. Fue
entonces que Mundt siente que un rayo lo atravesaba de la cabeza a los
pies, comenzando a sentir una "vibración" por todo el cuerpo.
Aquí comienza el espanto. Fue cuando el testigo involuntario entra a
su casa para contarle a su esposa Liza lo ocurrido. Ella, sin prestarle
atención, le pregunta quién era y qué hacía en su casa,
Su esposa, comenzó a llamar: "Charles, ven, un hombre ha entrado en la casa".
Charles Mundt, ignorando el porqué del comportamiento de su esposa,
decide mirarse a un espejo, sufriendo el testigo un tremendo shock.
"Pongo de testigo a Dios de que la cara del espejo no era mi
verdadera cara. En la actualidad, a meses del suceso, me he dado cuenta
de que la composición de mis moléculas ha sido cambiada y alguien ha
ocupado mi lugar físico. Mi cara y mi cuerpo son la cara y el cuerpo de
otro hombre. Por alguna razón me han forzado a asumir una nueva
identidad. Mi esposa no me acepta como su marido, como el verdadero
Charles Mundt; sé que soy Charles Mundt, pero nadie me cree. He perdido
todo: afectos, amigos, y lo más triste es que he perdido mi identidad".
Un impresionante episodio, de los inescrupulosos Hombres de Negro, sufriendo el testigo, espantosas consecuencias.

Los Hombres de Negro están entre nosotros... cumpliendo una tarea
amenazadora a testigos e Investigadores del Fenómeno OVNI. |
EL INCIDENTE DEL OFFICIAL UFO
El informe a presentar a continuación, fue lo ocurrido el 16 de
septiembre de 1977, en la revista norteamericana Official UFO, y que
fuera publicado en la edición de enero de 1978, de la misma.
Este es el relato de sus directores:
"Al igual que mucha gente, nosotros tampoco creíamos en aquellas
historias escalofriantes en las que se habla de Organizaciones Secretas
que no obedecen a ningún gobierno conocido y cuyas intenciones suelen
ser destructoras. Hasta ese momento creíamos que la gente suele echar a
volar su imaginación y crear personajes cuya realidad es nula, pues son
producto de la fantasía.
"Pero algo nos ocurrió. Aquellos a quienes se llama H.D.N. (Hombres
de Negro), nos "visitaron" personalmente y robaron nuestro archivo
secreto: ahí realmente comenzamos a creer en todas aquellas extrañas
historias que circulan en toda la extensión de nuestro territorio.
"Eran las seis de la tarde, nuestras oficinas ya estaban cerradas y
la gente se había retirado, a excepción del editor Jeff Goodman, quien
se había quedado trabajando hasta tarde en un proyecto especial. Sonó
el teléfono, desde el otro lado de la línea un hombre habló con voz
profunda; decía: "Por su seguridad personal le hago esta advertencia:
no indague demasiado a fondo en lo que usted denomina ''Fenómeno OVNI".
Evidentemente, usted desconoce la profunda seriedad de lo que
investiga. El precio que puede usted llegar a pagar por tus
indiscreciones dentro de este campo es mucho más tremendo de lo que
usted imagina. No dijo más, un ligero "'click" indicó que mi
interlocutor había dado por finalizada la comunicación. "Una patraña
más -pensé- de las tantas que ocurren a diario en la redacción". Fui
escéptico, no creí en esa amenaza. Actualmente puedo decir que ser
demasiado escéptico puede resultar muy peligroso.
"A partir de esa llamada comenzaron una serie de acontecimientos que
pusieron en prueba el sistema nervioso de nuestro grupo de trabajo.
"Todos notamos ligeros cambios en la redacción. Los teléfonos sonaban sin que nadie respondiera al levantar el auricular.
"De pronto emitían ruidos sordos, sin motivo aparente; el tono de
marcar a veces cambiaba por un molesto zumbido. Pensamos que habrían
sido intervenidos. Nuestro editor asociado, Charles Cowley dijo que
había reparado durante varios días consecutivos en un automóvil sedán
negro estacionado frente a su residencia de Long Island. Luego de dos
semanas de silencioso estacionamiento, dicho coche había desaparecido
misteriosamente.
"A la vez, el mismo coche que estaba estacionado frente a la casa
del editor asociado había sido visto estacionado, pero... frente a las
oficinas de la revista Official UFO, en pleno Nueva York.
"Cuando Cowley se percató de algo tan insólito como esto, algo así
como un caso de bilocación, pensó que estaría sufriendo algún ataque de
paranoia debido al exceso de trabajo; pero luego se dio cuenta de que
todo lo que él no había querido hacer era enfrentarse con la verdad, la
realidad total y absoluta. La llamada telefónica había sido efectuada
con la finalidad de hacernos una advertencia y la amenaza se estaba
cumpliendo; nosotros éramos continuamente vigilados y dicha vigilancia
se encontraba a cargo de personas que pertenecían a una organización
muy bien equipada e informada, puesto que sabían quienes éramos cada
uno de los que formábamos el grupo de trabajo del Official UFO;
asimismo sabían a qué lugares llamarnos a diferentes horas del día o de
la noche; conocían perfectamente a qué tipo de información teníamos
acceso.
"Durante el transcurso de estos acontecimientos ocurrió algo
interesantísimo. La sección Departamento de Arte de nuestra revista
había tomado esos días a un nuevo asistente. Su nombre era Ron, su
apellido era muy difícil a tal punto que jamás lo logramos recordar.
Ninguno de nosotros en un principio, notó algo extraño en él. Parecía
ser un buen compañero de tareas, nada en él daba lugar a sospechas; era
de altura mediana, delgado, pelo rubio, ojos grises verdosos, su voz
era agradablemente profunda. No hablaba mucho con nadie, pero cuando lo
hacía demostraba poseer una información muy completa sobre la temática
OVNI; naturalmente esto no llamaba nuestra atención, pues todo el
personal de la Editorial conoce e inclusive era aficionado al tema.
"Lo que nos resultó harto extraño fue que el tal Ron tenía acceso a
información secreta dentro de la Editorial. Dos de los miembros del
grupo de la redacción notaron en él extrañas actitudes cuando tenía que
actuar social y no laboralmente. He aquí un ejemplo: una vez salió a
almorzar con una de las secretarias de redacción, cuando llegó el
momento de comenzar a comer dio muestras evidentes de no saber usar los
cubiertos, luego cambió de opinión y pidió un sándwich, lo comió con
las manos. La secretaria le preguntó qué le ocurría, el no respondió,
pero la miró de una forma glacial.
"Al día siguiente de este incidente, el editor Cowley recibió desde
su despacho otro mensaje telefónico. La misma voz grave de la vez
anterior. Sus palabras fueron: "Escuche con atención. Usted no se
imagina cuan cerca suyo se encuentra la muerte. Se le advirtió por su
propio beneficio. Usted está siendo vigilado. Todo movimiento es
cuidadosamente monitorizado. Tenga cuidado, pues tiene usted en su
poder unas fotografías tomadas por un fotógrafo de la Editorial que son
extremadamente secretas. Si usted llega a publicarlas sería un
suicida". Luego hubo un silencio prolongado y el conocido "Click".
"Cowley quedó estupefacto, sus manos temblaban cuando colgó el
receptor. Ignoraba de qué fotografías se le estaba hablando. Muy pronto
lo supo; uno de los fotógrafos independientes de nuestra Editorial
había logrado fotografiar, sin proponérselo, una extraña figura
humanoide de que parecía ser de aire por lo transparente; detrás de
dicha forma y suspendido en el aire aparecía una forma oval, plateada.
La foto fue casual; él había ido a tomarle una foto a un médico
psiquiatra que estaba atendiendo a una persona que decía haber tenido
un encuentro con seres extraterrestres y se pensaba en una alucinación,
pero cuando estaba llegando a la casa de dicho profesional en Petulie,
Ohio, vio lo que narré en los párrafos superiores y que logró
fotografiar.
"El fotógrafo Jack Blackeley fue llamado a nuestras oficinas, acudió
con las fotos en cuestión, todos las vimos, de inmediato las guardamos
en la caja fuerte que es donde se encuentra el archivo confidencial;
luego nos fuimos a nuestras respectivas casas.
"Al día siguiente nos encontramos con una gran sorpresa. Tres
hombres vistiendo trajes oscuros y gafas de sol irrumpieron en la
redacción, se dirigieron directamente al despacho del editor.
"Le preguntaron dónde las había guardado.
"Jeffrey Goodman aparentó no saber de que le hablaban. Sólo uno de
ellos hablaba: "Usted sabe muy bien a que me refiero" y comenzó a
empujar suavemente pero en forma firme a Goodman hacia el enorme
ventanal, en el piso 12 sobre Park Avenue. "Si no me dice dónde están
las fotos, en dos minutos ya no estará vivo; cada segundo lo acerca más
y más a su propia muerte". Sus cómplices lo revolvían todo,
destrozaban, forzaban cerraduras. Nosotros, junto al editor asociado
Jack Cowley, tratábamos de abrir la puerta en vano, estaba muy bien
asegurada. De pronto, silencio total solo escuchamos: "Usted, Mr.
Goodman, es un tipo de suerte". Habían encontrado las fotografías
comprometedoras. Luego se retiraron como habían llegado, ignorando a
todo el mundo. Extrañamente, la Policía qué había sido llamada en el
instante en que los "Hombres de Negro" irrumpieron en nuestras
oficinas, apareció cuando éstos ya habían desaparecido.
"La sospecha de quién puede ser esta gente no da lugar a muchas
suposiciones; evidentemente, el Pentágono acoge en su seno a una
organización no sólo formada por seres humanos, sino también
humanoides."
Hasta aquí lo expuesto por la revista norteamericana.
Una nueva víctima de los peligrosos Hombres de Negro, buscando material confidencial, continuando con su tarea amenazadora.
LOS HOMBRES DE NEGRO EN LA ARGENTINA
Nuestro país tampoco ha estado ajeno a todos estos acontecimientos.
He podido rastrear varios incidentes donde están involucrados y se ha observado la presencia de los Hombres de Negro.
Personalmente he tenido la oportunidad de investigar varios casos
ocurridos aquí en la Argentina, a testigos de Fenómenos OVNI y
protagonistas de encuentros con los tripulantes de dichos objetos,
hasta investigadores, que se han acercado a mí para contarme sus
ingratas experiencias.
Mis archivos poseen datos ocurridos en la Provincia de Buenos Aires
(distintas ciudades de ésta), la Capital Federal, Buenos Aires, San
Luis, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, etc.
En los sucesos del 29 de agosto de 1962, un episodio conocido como
el "Incidente de Necochea", el protagonista principal Osmán Alberto
Simonini observa y es perseguido por un OVNI en la ruta bonaerense que
une La Dulce con Necochea, mientras viajaba con destino a esta última
ciudad costera.
Este caso también fue investigado por el Oficial Principal Juan José
La Terza, al día siguiente de los sucesos, quien elevó un Memorándum
informando acerca de la presencia de un raro artefacto, y calificando
al testigo de "muy buena reputación y totalmente confiable en sus
dichos".
Finaliza el mismo certificando al incidente como un HECHO REAL, tal
cual como lo relata el protagonista. Se detalla el avistaje de un
objeto, el paso por el campo dejando evidencias físicas y/o
fisiológicas al testigo, su posible persecución, entre otros detalles.
Enterado de estos sucesos, quien esto escribe, años más tarde y por
la excelente reputación en la ciudad del testigo, trato de que me
conceda una entrevista para que me relate lo sucedido. Luego de varios
meses de arduos intentos (interminables llamadas telefónicas, cartas a
su domicilio y varias charlas/solicitudes personales) Simonini accede
al mismo y me relata que tenía miedo en contar lo ocurrido allá en 1962
porque pocos días después de su incidente, y luego de la investigación
mantenida con el Oficial Ppal. J.J. La Terza, se hizo presente en su
taller mecánico dos hombres vestidos de negro quienes le alertaron que
olvidara lo sucedido y que por supuesto no detallara a nadie más lo
ocurrido, ya que algo le podría ocurrir...
Haciendo caso a esta advertencia, por muchos años trató de olvidarse
del asunto, hasta que quien esto escribe, debido a mi permanente
insistencia, logró persuadirlo para que me contare "in extenso" todo su
episodio.
Fue aquí donde tuve mi primer acercamiento de un testigo con los
Hombres de Negro y en mi propia ciudad. Luego vendrían otros
episodios...
La presencia de estos dos HDN le incurrió miedo, temor al testigo.
Recuerda que le llamó poderosamente la atención el color de sus
vestimentas (color negro) y todos con ropas similares. Sus estaturas
aproximadas a 1,70 mts, morenos "parecían extranjeros", debido al rasgo
de sus rostros, nórdicos, como los esquimales.
El encuentro duró pocos minutos, sólo lo necesario para advertirle
acerca de mantener silencio. Recuerda que se retiraron del taller,
existiendo otros testigos (ayudantes y clientes), pero nadie salió para
ver en que se movilizaban.
Cabe aclarar, que este episodio, al cual denominé "EL INCIDENTE DE
NECOCHEA", debido a mi investigación y a la propia, desarrollada por el
Oficial Ppal. J.J. La Terza, llegó a la Fuerza Aérea Argentina, años
más tarde, en manos del propio Oficial, por haber llamado poderosamente
la atención este sorprendente caso de Contacto OVNI.
La presencia de estos extraños personajes en este incidente,
-dándolo a conocer por primera vez en este trabajo de investigación- ,
produjo en mi persona la búsqueda de casos similares en el mundo
entero, realizando así mi "Investigación Paralela " en torno a "ellos".

Dibujo representando a los sucesos del Incidente de Necochea,
acontecido el 29 de agosto de 1962 en la ruta bonaerense que une las
ciudades de La Dulce-Necochea de Argentina. En este episodio
intervinieron también los Hombres de Negro silenciando al testigo
principal de los hechos. Quizá uno de los primeros episodios de la
Argentina. |
El 4 de febrero de 1978 se produce en el Dique La Florida, en la
Provincia de San Luis, un encuentro con un tripulante de un OVNI
teniendo como protagonistas a seis argentinos: Manuel M. Alvarez,
Regino S. Perroni, Pedro R. Sosa, Ramón A. Sosa, Genaro Sosa y Jacinto
E. Lucero, empleados del Banco de la Provincia de San Luis, Casa de
Gobierno, Fabrica de Cerámica San José y de Aerolíneas Argentinas.
Ellos relatan: "que aproximadamente a las 4.45 horas del día 4 de
febrero de 1978, a unos 100 metros de donde se encuentran ubicadas las
instalaciones del Club Naútico y de Pesca La Florida, con dirección al
sur, observan un OVNI rodeado de una aureola con irradiación de luz
fosforescente, cuya nave estaba suspendida en el aire a una altura
aproximada a 4 metros del suelo, desprendiéndose una escalerilla por
donde descendió un ser con apariencia humana, que vestía un traje
plateado escamado brilloso, ajustado al cuerpo; sobre su cabeza llevaba
una escafandra transparente que dejaba ver su rostro y cabellos rubios,
como así esbozó una sonrisa y realizó ademanes con los brazos; e
inmediatamente la referida nave despegó con rumbo norte, dejando un
destello de luz formando un semicírculo".
Este es el punto número 3 del COMUNICADO OFICIAL desarrollado por la
Policía de la Provincia de San Luis (Argentina) y firmado por el
entonces Teniente Coronel Raúl Benjamín López, representando a la
Jefatura de la Policía Provincial y al Ejército Argentino.
Luego viene más detalles acerca del incidente, los estudios
realizados en las huellas dejadas por el tripulante del OVNI, los
análisis y demás pruebas efectuadas.

Fotografía marcada por la Policía de San Luis (Argentina) mostrando la
huella dejada por el tripulante de un OVNI. Los Hombres de Negro
irrumpieron en este incidente argentino... |
En este episodio mundialmente conocido como el "Caso Dique La
Florida", los Hombres de Negro se hicieron presentes en San Luis
indagando los episodios.
Investigadores (ex policías, como el Sr. Hugo Quiroga) y gente de la
ciudad observan y le llaman la atención los "movimientos" de estos
extraños personajes (hombres y mujeres) que se dirigieron al lugar de
los hechos para ver las huellas dejadas y recabar información sobre los
mismos testigos. Hasta la propia dueña del Hotel El Volcán, le llama la
atención las actitudes de dichos personajes.
Un incidente de suma importancia mundial por las investigaciones
realizadas y por la calidad de los testigos, sumado a las huellas
físicas encontradas en el terreno y la incursión de personal militar y
policial en las investigaciones del mismo, dando a conocer el Primer
Comunicado Oficial sobre la caminata de un tripulante de un OVNI sobre
nuestro planeta.
Los Hombres de Negro, como era de suponer, no podían faltar...

Identikit del tripulante del OVNI de los sucesos del Caso Dique La
Florida, sucedido el 4 de febrero de 1978 en San Luis, Argentina. Allí
estuvieron "ellos"... |
Encuentro en mis archivos más incidentes ocurridos en la Argentina.
Quizá uno de los primeros decesos fue la misteriosa muerte del ufólogo
Luis Anglada Font, autor del libro "La Realidad de los OVNI a través de
los Siglos" quien en la ciudad de Buenos Aires es visitado por un
hombre de vestimentas de color negro quien le solicita que abandone la
investigación y que por supuesto no investigue ni edite más libros
sobre la temática.
El autor, ex piloto de guerra y apasionado investigador en Europa,
fue uno de los testigos de los famosos Foo-Fighters ó Bolas de Fuego
muy comunes durante la Segunda Guerra Mundial, quien consideraba a los
OVNI como "un problema crucial para la Humanidad".
Poco tiempo después de esta visita, Font sufre una descompensación
física que le provocaría la muerte en su país de adopción que fue
Argentina, a finales de la década de 1970.
Luis Anglada Font fue uno de los grandes precursores de la
investigación seria en nuestro país. Un adelantado en la investigación
y divulgación objetiva del Fenómeno.
Personalmente indagué estos sucesos, entrevisté a colegas
investigadores, me contacté con la Editorial de su libro, todos los
datos me confirmaban estos trágicos hechos ... y la "visita" de "ellos"
a su domicilio.
Otro de los sucesos acaecidos aquí, sucedió a un profesional joven investigador en la Provincia de Buenos Aires.
Corrían los años 1983 y 1984 cuando unas misteriosas cartas le
llegaban a su domicilio "invitándolo" a abandonar la investigación
OVNI. Asimismo le comentaban futuros avistamientos OVNI en la República
Argentina que más tarde (a fechas informadas) acontecían para el
asombro de este investigador.
Al tratar de ubicar a dicho personaje, fue imposible ya que el
remitente de las mismas, dando como domicilio en la ciudad de Rosario
(Santa Fe), no existía.
A partir de allí extrañas y constantes llamadas telefónicas le
sucedían, ruidos molestos, su correspondencia venía abierta o bien se
perdía, principalmente aquellas de ufólogos y centros de investigación
consideradas importantes (GEPAN de Francia, España, México, EE.UU,
Rusia).
Se hizo presente en ese entonces técnicos de la empresa ENTEL de Comunicaciones encontrando todo normal como era de suponer.
Hasta que un día sufre este colega (que por razones de seguridad
quiere permanecer en el anonimato) un accidente justo cuando en la
esquina de su casa ve la presencia de un "hombre vestido de negro", que
no atinó a nada al ver el accidente. Su estatura era mediana, de mirada
tenebrosa que le provocó al ufólogo "un cosquilleo en todo el cuerpo".
Al salir de su vehículo, se da cuenta que ya nadie había en la calle... era el martes 19 de junio de 1984.
La acción de los Hombres de Negro se hizo efectiva, el colega por
muchos años dejó la investigación ya que se dio cuenta que la tarea
amenazadora se podría hacer fácilmente efectiva.
Hoy está en nuestras filas, con mucho recato pero con la fuerza que
le dice que hay que CONTINUAR Y ENCONTRAR LA VERDAD EN TODO ESTO.
Sigo citando episodios argentinos.
Los sucesos ocurridos al investigador Ingeniero Oscar Akerman en
1976 en la ciudad de Buenos Aires, cuando es "invitado" a abandonar sus
trabajos investigativos por parte de extraños personajes, en el año
1978 y siguientes, a varios integrantes de la otrora Onife
(Organización Investigadora de Fenómenos Espaciales) y el robo de
varias documentaciones OVNI en el año 1973 que le llamó poderosamente
la atención a personal de la Policía Federal Argentina, que dirigiera
el ufólogo y amigo Fabio Zerpa, siendo el mismo también protagonista en
varios sucesos en la Argentina y el extranjero (Chile, México).
Los incidentes del "Caso Trancas" ocurridos en la Provincia de
Tucumán el 21 de octubre de 1963, cuando son visitados colegas
investigadores por personas vestidas de negro solicitando la no
divulgación de los hechos.
Recordemos que éste es un clásico de la ovnilogía argentina, cuando
sus protagonistas integrantes de la familia Moreno, observan 7 ovnis
evolucionar sobre su finca, para descender luego sobre la residencia,
quedando allí las improntas de sus huellas físicas en el terreno
(algunas tardaron cerca de 6 años en desaparecer).
Las visitas al escritor argentino, autor de varios libros (de
diversa índole) Héctor Antonio Picco en sucesos ocurridos en la
Provincia de Buenos Aires, Capital Federal y en Córdoba, en los años
1978, 1989, 1994, entre otros. Como el caso María Elena Paredes (agosto
de 1981), el caso Mónica Pérez (Mendoza, abril de 1985).
También podemos citar los silencios de varios ufólogos que abandonaron abruptamente el estudio de los OVNI.
Y así seguiría enumerando más incidentes argentinos ... (Caso Faruk
Alem, en Mendoza 1980, Caso Río Carcarañá, cerca de Casilda, Santa Fé,
octubre de 1989 y noviembre de 1990, Caso Osvaldo Moro, Buenos Aires
1996, etc. etc.) Guillermo Daniel Giménez http://www.revistainvestigacion.com/archivo.php?id=5&id3=49
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