Su teléfono celular sabe de usted mucho más de lo que usted imagina, y lo puede informar
domingo 13 de enero, 12:32 AM
Por Andrea Gentil
SALUDYCIENCIAS.COM-
Hace un par de años, Sandy Pentland, profesor de artes digitales y
ciencias en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), entregó
unos 100 teléfonos celulares marca Nokia a los estudiantes y al
profesorado del instituto. Esos teléfonos estaban equipados con un
software especial que ayudó al equipo de Pentland a interactuar con las
personas que los llevaban consigo y que se trasladaban de un lado a
otro.
Sobre la base de las llamadas telefónicas y la proximidad física de
los dispositivos para con las otras personas (medido por medio de
tecnología Bluetooth), Pentland y el investigador Nathan Eagle pudieron
desarrollar modelos de redes sociales más precisos y con más matices
que los que desarrollados a partir de los autoreportes subjetivos de
las personas.
Lo que los investigadores del MIT hacen se denomina técnicamente
como reality mining, o colección de la realidad, si uno hace una
traducción rápida al español. Ese análisis, ese tamiz de los datos se
lleva a cabo a partir de los teléfonos móviles. Es decir que ellos, en
apariencia simples objetos, hablan por sus dueños, por las personas.
Las descubren. Y a sus relaciones.
Aunque el comienzo fue investigar qué pasa con las redes sociales,
la idea es que la misma técnica pueda aplicarse a otros ámbitos en los
que puedan estar presentes los celulares ¿Para qué? Los expertos dicen
que para ayudar a las personas a comunicarse más eficazmente, a
administrar mejor su tiempo y, por qué no, a hacer que sus barrios sean
más habitables. Y todo, gracias a la ubicuidad de los telefonitos
móviles.
La teoría que subyace a todo esto es que el teléfono sabe con
quiénes socializa alguien, qué amigos tiene, cuáles provienen del
trabajo, cuáles de toda la vida, y a cuáles no se han visto hace años.
Y es que los celulares están (supuestamente) todo el tiempo con sus
dueño, además de incluir un hardware que puede actuar como un sensor
del entorno. Por caso, si la conexión Bluetooth está activada, el
teléfono puede ver y ser visto por otros dispositivos Bluetooth.
De manera tal que podría llevarse un registro de aquellos
dispositivos que posean esa tecnología y con los que se cruce a lo
largo de todo un día. Basándose en la frecuencia con la que se
encuentre con esos otros teléfonos Bluetooth, un observador puede darse
cuenta de qué tipo de relación se tiene con esa persona.
Y no solamente esto. Los teléfonos disponen de micrófonos que se
pueden utilizar para analizar el tono de voz, la cantidad de tiempo
durante la cual se conversó, la frecuencia con la que los dialogantes
se interrumpen el uno al otro.
Estas pautas pueden indicar las funciones que desempeñan las
personas en determinados grupos, si son líderes o seguidores, por
ejemplo: poder pensar en quién es el líder y los seguidores que son. La
cosa es que, con el teléfono celular de hoy día, todo eso se puede
medir.
¿Y qué pasa con la privacidad en este esquema? En diálogo con la revista Technology Review,
Pentland asegura que la forma típica es asegurarse de que las personas
puedan optar por estos servicios, de modo que los mismos no sean
obligatorios ni secretos. Otra cosa es asegurarse de que los datos
personales se eliminen de la información, de modo tal que sólo el
propietario del teléfono los vea".