Fue un hombre clave en el proceso de desclasificació
n de documentos
ÁNGEL BASTIDA: EL GENERAL Y LOS OVNIS
Por Vicente-Juan Ballester Olmos
Fallecido prematuramente el 12 de septiembre de 2007, a los 59 años, el general Ángel Bastida jugó un papel decisivo en la desclasificació
n de documentos OVNI procedentes de los archivos secretos del Ejército del Aire español. Su talante abierto y su empeño en que se asimilara con naturalidad este fenómeno, dotándolo de un marco diferenciado en las normativas oficiales, confieren a su labor y a su persona un interés sobresaliente.
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El 5 de junio de 1992 me encontraba en las dependencias de la Oficina de Relaciones públicas del Cuartel General del Aire. Necesitaba repasar la correspondencia de cuantos particulares hubieran escrito al Ejército del Aire desde los años setenta hasta la actualidad, antes de que –como ocurrió– pasaran a ser «archivos inactivos». Entonces encontré un documento de suma importancia que no podía pasar por alto, e hice algo de lo que no me siento particularmente orgulloso. Con naturalidad me acerqué a la fotocopiadora y conseguí un duplicado del informe.
A continuación subí a la quinta planta. En la jefatura del Museo del Aire me esperaba su director, el general José Tomás Mora Sánchez, quien iba a contarme ciertos hechos muy reveladores acaecidos dos décadas atrás. Mientras aguardaba en la antesala, sonó el teléfono de la secretaria del militar.
«Señor Ballester, –comenzó a explicarme la joven–, me dicen de la oficina de relaciones públicas que baje, el teniente coronel Bastida quiere hablar con usted». No conocía de nada a ese oficial, jamás había oído su apellido. «Alguien ha debido verme haciendo esas fotocopias –pensé para mis adentros– y han designado a ese oficial para amonestarme».
«Señorita –pregunté a la secretaria del general–, ¿dónde está el lavabo?» Allí saqué las copias de mi portafolio y las puse a buen recaudo. Tras ello, volví nuevamente a la planta baja. Estaba a punto de entrar cuando, de improviso, se abrió la puerta de la Oficina de Relaciones Públicas. El oficial en jefe salía en compañía de otros militares. Entonces, para mi sorpresa, se cuadró y me saludó militarmente. «Salvado por la campana», pensé. «Tienes en el teléfono de microondas al teniente coronel Bastida, del Mando Operativo Aéreo. Quiere hablar contigo», me comunicó el comandante Álvarez Mateus. Resultaba que el jefe de la sección de Inteligencia del Mando Operativo Aéreo (MOA) y responsable último de la desclasificació
n OVNI en ciernes, teniente coronel Ángel Bastida, quería localizarme. Estaba al tanto de los pasos que, desde hacía un año, estaba dando en el entorno del Estado Mayor para suscitar la necesidad de una desclasificació
n de los archivos OVNI. Bastida comentó
que conocía mis trabajos en ufología y advertí que lo decía con respeto. Quedamos citados aquella misma tarde en mi habitación en el hotel Meliá Castilla, en Madrid. Aquella fue la primera de una larga y provechosa serie de reuniones y entrevistas que también darían paso a una sincera amistad personal.
NUEVOS PROTOCOLOS
Para el militar se trataba de una buena oportunidad para conocer el trasfondo de la investigación OVNI en España, así como la información complementaria que los estudiosos civiles teníamos de los casos compilados por el Ejército del Aire. Bastida había desarrollado un modelo de sumario referente a los expedientes desclasificados similar a ciertos estándares que propuse en mi libro Los OVNIS y la Ciencia que, por cierto, trajo consigo. «Lo he leído, me ha gustado y me ha servido», me confesó. Ese libro, y otros materiales que le suministré más adelante, iban a servir en el desarrollo de los nuevos protocolos de encuesta de casos OVNI del Ejército del Aire español, lo que más tarde se conocería como Instrucción General Número 40-5 (IG-40-5). «Hemos redactado una IG de obligado cumplimiento –comentó–, que incluye un cuestionario tipo, basado en los dos que nos entregaste, el de la Fuerza Aérea de EE UU (USAF) y el de ese organismo civil, el Centro de Estudios Interplanetarios
(CEI)».
En efecto, el 31 de marzo de 1992 se envió a todas las unidades del Ejército del Aire español la Instrucción General 40-5, que recogía las nuevas normas a seguir en la investigación de avistamientos comunicados a las autoridades aéreas, así como su posterior tratamiento administrativo. Durante más de tres horas de conversación, Bastida me puso al corriente de lo que se traía entre manos: el nuevo procedimiento de encuesta, la propuesta al Jefe del Estado Mayor del Aire de una desclasificació
n exhaustiva, la sentencia de la Junta de Jefes de Estado Mayor que rebajaba de clasificado a reserva interna el nivel de confidencialidad de la información OVNI de los archivos, etc. No iban a ejercer de investigadores de los no identificados. Me dijo que su único interés era la seguridad del espacio aéreo, pero se me antojaba que estaba dispuesto a incorporar ciertas dosis de análisis y datos frescos a las viejas observaciones que iba a hacer públicas.
Finalmente, la desclasificació
n tuvo lugar entre 1992 y 1999, liberándose la totalidad de informes sobre observaciones OVNI centralizados y archivados por el Ejército del Aire desde 1962. En total, fueron cerca de dos mil páginas de documentos, agrupados en 84 expedientes, relativos a 122 avistamientos distintos ocurridos entre 1962 y 1995. Durante esos años, desarrollé con el MOA una intensa labor de asesoría y colaboración desinteresada, que tuvo su razón de ser en las necesidades de información que Bastida me planteó en la primera de las muchas reuniones que mantuvimos, sintetizada en la carta que el jefe de Inteligencia del MOA me envió en noviembre de 1992, de donde extraigo este párrafo: «A la hora de elaborar un ‘cover memorándum’ que complemente, con un punto de vista más actual, los análisis realizados en su día, se echa en falta una ‘visión global’ que pueda proporcionar un marco más esclarecedor de los hechos. La experiencia y los archivos del CEI pueden ayudar a
esa visión de conjunto, difícilmente extrapolable de un archivo como el nuestro, con un número de avistamientos muy limitado».
Esta colaboración, iniciada por Bastida, sería luego continuada por su sustituto, el teniente coronel Enrique Rocamora Aniorte, hasta la completa finalización del proceso de desclasificació
n.
Pero Bastida nos ha dejado una pequeña desclasificació
n pendiente. En 2003 ascendió al generalato y se le confió la jefatura del sistema de Mando y Control Aéreo de Combate (MACOM/JSMC) en la base aérea de Torrejón (Madrid). Ya en ese destino, contacté nuevamente con Bastida, al objeto de obtener más información sobre OVNIs. Los resultados fueron razonablemente fructíferos, dado el hallazgo de documentación en los libros de control y otros informes que fui tratando con él entre 2003 y 2007, hasta que un cáncer fulminante acabó con su vida prematuramente. Naturalmente, ahora debo a su memoria una «segunda desclasificació
n».
RECUADRO: UNA ACTUACIÓN NO EXENTA DE POLÉMICA
El proceso de desclasificació
n OVNI iniciado en España en 1992 no fue ajeno a la polémica. Poco después de que fueran «liberados» los primeros informes, varios ufólogos, críticos con la actuación, acusaron al Ejército del Aire de haber manipulado el contenido de algunos de los expedientes, de escamotear páginas concretas o de ofrecer explicaciones forzadas para algunos de los incidentes. Además, denunciaron también la desaparición de informes sobre casos concretos. Entre los investigadores más críticos con este proceso destacó especialmente Juan José Benítez, quien en su libro Materia Reservada (Planeta, 1993) recopiló lo que, en su opinión, constituían ejemplos flagrantes de ocultación y manipulación de los datos existentes. Una línea muy similar fue la que siguió también Bruno Cardeñosa en otro trabajo al respecto, Los archivos secretos del Ejército del Aire (Ed. Bell Book, 1998).
Redacción AÑO/CERO
¿LO SABÍAS?
UN MILITAR CON UNA CARRERA PRESTIGIOSA
Poseedor de la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, Ángel Bastida Freijedo, entre otros, hizo posible la desclasificació
n de 62 expedientes de informes OVNI que abarcaron el periodo entre 1962 y 1991, y dio caracter oficial, mediante procedimientos, notas informativas y memorándums internos a esta clase de incidentes.
Fuente: Revista Akasico - España
http://www.akasico.com/noticia.asp?ref=1567Informó: Guillermo D. Giménez - Argentina