Orgón: la energía que cambiará el
mundo
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Dentro de tres años se cumplirá
el cincuentenario de la muerte de Wilhelm Reich, en la noche de Halloween de
1957. En su testamento dejaba un archivo secreto con información revolucionaria
sobre algunos experimentos y sus resultados, que no debía abrirse y hacerse
público hasta cincuenta años después de su fallecimiento, ya que consideraba que
entonces la humanidad no estaba preparada para ello. Muchos de sus seguidores
esperan impacientes estas revelaciones, posiblemente muy distintas del cariz que
han adoptado sus trabajos.
Reich fue un discípulo rebelde de
Sigmund Freud, conocido sólo en sectores especializados en psicología,
psiquiatría y sociología, pero, a raíz de la “revolución” de mayo del 68, que
marcó a la sociedad de esa época, sus ideas se difundieron entre los jóvenes, la
mayoría de ellos sin conocimientos de psiquiatría y sexología, que las
interpretaron erróneamente, como una invitación al libertinaje, al punto que
Reich se convirtió en un gurú póstumo de esa generación. Sus libros, La Función
del Orgasmo y La Revolución Sexual, publicados por vez primera en 1942 y 1945,
se desempolvaron, tradujeron, reeditaron y pasaron al dominio del gran público.
La Función del Orgasmo era la primera parte de El Descubrimiento del Orgón. La
segunda, La Biopatía del Cáncer, solo la leyeron los muy interesados.
La obra de Reich sobre temas
psicológicos es muy voluminosa, y sus dos obras Psicología de Masas del Fascismo
y Análisis del Carácter, que entonces fueron una importante aportación, han
pasado al olvido del público. En la actualidad, Wilhelm Reich es recordado y
conocido por su orgón, y algo menos por los discutidos elementos generadores de
vida que llamó “biones”. En las últimas décadas, y en lo que se refiere al
orgón, sus efectos, su manipulación e hipótesis sobre su naturaleza, la
información es abrumadora.
Orgón y su manipulación
Actualmente, de acuerdo a las
modernas hipótesis de la física cuántica, se acepta la existencia de un éter, un
océano de energía implicada u oculta en una quinta dimensión: la “Energía del
Punto Cero”. El orgón sería un aspecto más materializado de esa energía. Reich
lo llamó así porque suponía que se liberaba durante el orgasmo, lo que investigó
en la unión sexual de parejas. Ambos llevaban pegados en la piel electrodos
conectados a sensibles voltímetros registradores. Durante el orgasmo, el voltaje
se disparaba, y él lo interpretaba como un efecto de otra energía muy poderosa,
a la que llamó orgón. La capacidad de experimentar orgasmo la relacionaba con la
carga orgónica del cuerpo y la correcta circulación, sin bloqueos, de esa
energía, dependiente de su estado de salud. Estas experiencias las hizo en
Noruega poco antes de la Segunda Guerra Mundial, simultáneamente con su
experimentación de biones. A pesar de ser éste un país con pocos prejuicios en
materia sexual, estas pruebas desataron cierto escándalo y Reich tuvo que
marcharse al Reino Unido. Si tras su muerte algunos seguidores las han repetido
con instrumentación mucho más sensible y precisa, no lo han divulgado.
Y es que las experiencias con
orgón se pueden hacer con artefactos de sencilla construcción, por lo que se han
multiplicado los experimentos con diversos inventos, que, aunque tienen como
base el orgón, son tan variados que el mismo Reich se asombraría. Éstas se han
polarizado en dos aspectos: acumuladores de orgón y “rompenubes”.
Acumuladores de orgón
Conocidos por el acrónimo ORAC
–Orgone Acummulator–, son, en esencia, artefactos capaces de concentrar esta
energía. Ante todo debemos distinguir entre dos clases de orgón: el positivo o
vital y el negativo o mortífero; el primero vibrante y circulante, y el segundo
quieto o estancado. Reich llamó a este último DOR –Deathly Orgone– y se
manifiesta principalmente cuando el orgón vital entra en contacto con elementos
radiactivos, algunos metales, y determinadas frecuencias electromagnéticas. Los
artificios para manipular el orgón, acumuladores y rompenubes, son capaces de
atraer a ambos, lo que requiere precauciones.
El acumulador de orgón original
de Reich, ORAC, popularmente llamado orgone box, es muy simple: una especie de
armario con paredes formadas por varias capas de lana de acero intercaladas de
fibra de vidrio, con una chapa interior de hierro y la exterior de madera. El
orgón es atraído por la lana de acero y emitido hacia el interior, donde se
concentra, produciéndose un ligero aumento de la temperatura, que se mantiene,
en contradicción con el “2º Principio de la Termodinámica”. También los
electroscopios, en contra de lo esperado, tardan más en descargarse, y los
contadores Geiger, para medir la radioactividad, también registran
anomalías.
En 2001, los físicos Alexandra y
Paulo Correa, que han estudiado rigurosamente estos fenómenos, publicaron que
las anomalías se relacionan con la radiación solar –estando los acumuladores en
el laboratorio, a la sombra–, y el máximo se produce durante el solsticio de
verano, que no es precisamente el período más caluroso. Concluyen que es
incorrecto hablar de orgón y que se trata de una energía eléctrica ambipolar, ya
anunciada por Nikola Tesla a principios del pasado siglo. Paulo y Alexandra
Correa, acaban de publicar un sistema demostrativo de “energía Libre” basado en
un acumulador de orgón combinado con una caja de Faraday negra y conectado a un
motor Stirling –motor de pistones que aprovecha pequeñas diferencias de
temperatura, dilatando aire u otro gas–. Funciona las 24 horas y puede
considerarse como una demostración de movimiento continuo.
Numerosos ensayos efectuados en
estos últimos años por médicos en EEUU –el equipo de DeMeo– y en Alemania
–Wilhelm Reich Institut– han demostrado indiscutiblemente que el ORAC tiene una
acción fisiológica en el ser humano, un efecto general vagotónico, sensación de
calor en la superficie de la piel, aumento momentáneo de la temperatura corporal
hasta 1º C –sin fiebre–, disminución de la tensión arterial y del ritmo
cardíaco, respiración más profunda, aumento del peristaltismo intestinal,
refuerzo del sistema inmunitario, etc… En las plantas se ha observado un
incremento de la germinación de semillas y mejor rendimiento de cultivos con
simientes tratadas en el ORAC. Para más información, consultar el Wilhelm Reich
Institut, fundado en 1987 en Waldbrunn –e-mail: WRI@fuckert.de–, que es quizás
la institución reichiana mas importante en Europa.
La energía orgónica y el cáncer
Reich sentaba en el interior de
un acumulador de orgón a sus pacientes de cáncer, en sesiones de media a una
hora, varias veces por semana, con lo que, según él, consiguió algunas
remisiones, aunque el principal efecto era prolongar la vida de los pacientes,
con una mejor calidad de la misma. Las pruebas con ratones enfermos de cáncer
introducidos en pequeños acumuladores mostraron una significativa prolongación
de su vida, pero no una remisión del tumor. Lo que parece seguro es que puede
minimizar algunos efectos secundarios de la quimioterapia –no de la
radioterapia, que desencadenaría un efecto DOR, el orgón mortífero–. De todos
modos, médicos alemanes expertos en medicinas alternativas, aseguran que entre
todos los tratamientos naturales contra el cáncer –sin quimio ni radioterapia–,
el acumulador de orgón, con sus limitaciones, es lo que mejor resultado da.
Después de una inevitable extirpación quirúrgica de la masa tumoral, la estancia
en un ORAC, además de acelerar el restablecimiento, podría impedir el desarrollo
de metástasis ocultas. DeMeo ha tratado algunos pacientes enviados por médicos,
obteniendo resultados positivos en enfermedades tan diversas como herpes genital
o artrosis.
Una modificación mucho más cómoda
y transportable de los acumuladores es la manta orgónica, con dos o tres capas
de fina lana de acero, –tipos 000 ó 0000– separadas por tela de lana o acrílico.
Puede ser pequeña, de un metro cuadrado o menos, y cubrirse con ella mientras se
está acostado. Como en los ORAC, no conviene hacerlo durante más de una hora.
DeMeo, en su libro The Orgone Accumulator Handbook –el manual del acumulador de
orgón–, proporciona detalladas instrucciones.
Reich creía que el orgón podía
neutralizar la radiactividad. Para comprobarlo, diseñó en 1951 un experimento
llamado ORANUR –Orgone Againts Nuclear Radiation–, cuyo inesperado resultado fue
el contrario a lo previsto. Un sólo miligramo de radio introducido en un potente
acumulador orgónico generó efectos similares a la radiactividad en una distancia
de más de 50 metros. Los contadores Geiger se dispararon y los asistentes
sufrieron un síndrome similar a una exposición radiactiva. Se había liberado
DOR, orgón mortífero. El área del “Orgonon” –el laboratorio de Reich en el
Estado de Maine– quedó contaminada hasta una milla durante meses, y negras y
densas nubes de DOR cubrieron la zona. Hubo que evacuar el laboratorio durante
doce semanas. Para disgregar estas nubes y hacer habitable el laboratorio, ideó
el cloudbuster, el cañón rompenubes, con el que consiguió eliminar el DOR.
Entre los años 1952 y 1956, en el
Estado de Maine, durante una serie de operaciones con modelos más perfeccionados
de ese artefacto –para acabar con sequías que afectaban a los agricultores de la
zona–, consiguió copiosas lluvias en contra de las previsiones meteorológicas.
Lo más espectacular fue una operación en Arizona, en donde, a finales de 1954 y
después de años de sequía, consiguió incrementar la humedad y reverdecer montes
áridos. El éxito puede considerarse excesivo, porque el 13 de enero de 1955 se
produjeron precipitaciones torrenciales que obligaron a cerrar el aeropuerto de
Tucson, algo que nunca había ocurrido, y menos en enero.
Cloudbuster o rompenubes.
James DeMeo se interesó por la
obra de Reich desde niño, cuando murió de cáncer un tío muy querido. En 1979 se
doctoró con la tesis “Análisis preliminar de los cambios del tiempo en Kansas
coincidiendo con operaciones experimentales con un rompenubes de Reich”. La
aceptación de la tesis por la Universidad de Kansas, Departamento de Geografía y
Meteorología, en Lawrence, representa el primer reconocimiento académico de las
teorías de Reich. Siguiendo rigurosos controles meteorológicos, DeMeo ha
efectuado numerosas operaciones para atraer lluvia con éxito en diversos Estados
de EEUU. En Israel, en 1991 y 1992, a petición del gobierno y de una fundación
privada, sus intervenciones con cloudbuster acabaron con dos años de pertinaz
sequía que habían agotado las reservas de agua. Antes, en 1990, había operado en
la región este del subsahariano Sahel, y en Eritrea, logrando reverdecer tierras
desérticas. Copiosas precipitaciones aumentaron tan notablemente el caudal del
Nilo, que el lago Nasser llegó a su nivel más alto y, por primera vez, la presa
de Assuan tuvo que desaguar por los vertederos. Una parte del líquido sobrante
se escapó por un valle lateral y formó nuevos lagos, que se observan
perfectamente en una foto de satélite. Otra operación se desarrolló en Namibia,
en 1993, a petición del gobierno de este país, consiguiendo provocar lluvias que
acabaron con extremas sequías. Además del equipo de DeMeo, había observadores
científicos de EEUU, de Alemania y personal del gobierno, que fueron testigos de
todo ello.
DeMeo advierte muy seriamente del
peligro de operaciones descontroladas con los rompenubes y por personas sin
ninguna formación en la manipulación de esas energías. Se ha comprobado que en
algunos casos, por una sobrecarga orgónica, han provocado sequías y en otros
tormentas con gran aparato eléctrico y víctimas mortales por rayos. Además el
operador puede sufrir dramáticos colapsos: desde intensas cefaleas, hasta
parálisis similares a una hemiplejia. Algunos han desarrollado tumores
cancerígenos de evolución muy rápida. Reich informó que en ocasiones, en las
cercanías de los rompenubes, pueden manifestarse anomalías gravitatorias y
distorsión del tiempo, relojes que se adelantan o atrasan inexplicablemente.
James Constable también hace
advertencias parecidas. Para evitar riesgos a los operadores, los rompenubes de
DeMeo se manejan con un mando a distancia. Pero además, DeMeo está muy
preocupado por la proliferación de un nuevo tipo de aparatos, que pasa de
llamarse cloudbuster a chembuster, pues su objetivo es eliminar unas extrañas
nubes supuestamente nocivas llamadas chemtrails.
Chemtrails, estelas malignas. ¿Realidad o fantasía?
Todos hemos visto cómo los
reactores comerciales, volando a más de 30.000 pies, dejan frecuentemente unas
estelas blancas. Están provocadas por la súbita congelación del vapor de agua de
la atmósfera, debida a un enfriamiento adiabático del aire al chocar con el
avión, y romper un estado de vapor inestable. Las estelas, llamadas contrails,
se van ensanchando hasta que –a los pocos minutos– desaparecen. Sin embargo se
han observado otro tipo más oscuras: los chemtrails, que se van engrosando y no
desaparecen, se extienden evolucionando hacia una masa de color oscuro que
impide ver el azul normal del cielo. Están provocadas por aviones que dispersan
un aerosol que produce este fenómeno. El contexto de los chemtrails está teñido
de connotaciones paranoides que dificultan conocer la verdad.
Una serie de fanáticos seguidores
del investigador Don Croft aseguran que los chemtrails son parte de un programa
para enfermar a la humanidad, que se está ensayando en algunas regiones. Según
ellos, estaría dirigido por un gobierno en la sombra, del que forman parte los
Illuminati y otras organizaciones –hasta alienígenas–, que utilizan a las
Fuerzas Aéreas engañándolas con un supuesto buen fin, para dispersar estos
nocivos polvos, en un plan genocida para reducir la población mundial. Que cada
cual piense lo que quiera…
Lo cierto es que DeMeo y otros
que se mantienen dentro de la “ortodoxia reichiana” aseguran que los llamados
chemtrails son una errónea interpretación de las clásicas estelas que dejan los
reactores comerciales, que en determinadas condiciones meteorológicas toman
otros aspectos. Según DeMeo los creyentes en los maléficos chemtrails tienen una
obsesión paranoica y se creen elegidos para salvar a la humanidad.
Una postura intermedia es la de
William Thomas, periodista canadiense especializado en temas de salud y medio
ambiente. Sus artículos y editoriales se publican en los principales periódicos
y revistas de ocho países. La publicación NEXUS tiene fama de seria y filtra lo
que publica, por lo que nos inclinamos a creer lo que escribe Thomas en su
artículo ¿Chemtrails, covert climate control?, publicado en esta revista en el
número de octubre-noviembre de 2001.
Según Thomas, los chemtrails son
reales y están provocados por aerosoles emitidos por “aviones tanques” a una
altura de 30.000 pies. Hay testigos con buenos conocimientos de aeronáutica,
entre ellos, controladores, que han visto hasta 30 aparatos simultáneamente
describiendo trayectorias en zig-zag, círculos y equis, hasta formar una malla
de estelas distintas de las habituales. Los aviones eran cuatrimotores
Stratotankers KC-135 de los que las fuerzas aéreas de EEUU tienen 650.
Thomas hizo una investigación
exhaustiva de lo ocurrido en primavera de 1998, en la pequeña población de
Ontario, Canadá, llamada Espanola –con N–, después de una intensa actividad de
chemtrails, a cargo de Stratotankers de EEUU, identificados en fotografías.
Canadá no tiene estos aviones. Los habitantes de Espanola y regiones colindantes
empezaron con graves molestias respiratorias, ataques de asma, problemas
articulares, intensa cefalea, fatiga extrema… Un síndrome similar a una gripe
sin fiebre. Un habitante contó al periodista un hecho francamente sorprendente.
Fue la pérdida momentánea de memoria a corto plazo, lo que en esta pequeña
población dio lugar a una situación cómica, pues nadie se acordaba dónde había
dejado aparcado el coche. La lluvia arrojó una gran cantidad de micropartículas
de aluminio. El problema llegó hasta el Parlamento y se pidieron explicaciones a
la US Air Force, que negó todo.
Como éste, incluye varios
testimonios. Según Thomas estos ejercicios de chemtrails tienen lugar en varios
países de la OTAN, y no responden a un propósito perverso, aunque sí equivocado.
Se trata de ensayos para formar un espejo estratosférico que refleje los rayos
solares y neutralice el efecto invernadero del CO2. Se basa en una patente de un
tal Welsbach, de la Hughes Aerospace Corp., titulada “Para la Reducción del
Calentamiento Global”, que consiste en esparcir aluminio microscópico u otro
material reflectante en la alta atmósfera, lo que refleja del 1 a 2% de la luz
del Sol. Según una simulación de ordenador, sería suficiente para reducir el
calentamiento en un 85% en los próximos 50 años, aunque se doblasen las
emisiones de CO2. Así EEUU podría seguir siendo el máximo emisor del Planeta sin
provocar un calentamiento global. Lo que no se ha tenido en cuenta son las
consecuencias sobre la salud de la humanidad. Además del síndrome de Espanola,
ya se conoce la relación del aluminio con el alzheimer, y estas partículas
pueden arrastrar virus que se hallan en la estratosfera.
Al impedir el paso de los rayos
solares, desde abajo el “espejo” se verá oscuro. Por otra parte, ya sea por el
metal, aluminio, o por impedir la acción del Sol sobre el orgón de la zona, o
ambas causas, hace que éste pase a DOR, el orgón mortífero, también oscuro, que
sería la causa de los trastornos de rápida aparición como los de Espanola.
Algo positivo: la Joe Cell
En Australia, una utilización
tangible del orgón, totalmente insospechada e increíble, es la Joe Cell –“Célula
de Joe–. Se trata de un pequeño acumulador de orgón que se adosa a un motor de
automóvil y lo hace funcionar únicamente por la energía orgónica que capta.
Lleva una pequeña cantidad de agua que actúa como atractora del orgón y que no
se consume. Fue inventado por un tal “Joe X”, que permanece en el anonimato y no
quiere sacar ningún provecho de su invento. Desde que empezó a difundirse en
1990 hasta ahora, ha sido estudiada, ensayada y mejorada por otros inventores,
ingenieros y físicos, que han aportado hipótesis para entender su
funcionamiento, ya que se ha comprobado que realmente funciona, aunque no se
sabe cómo. La conclusión final es el orgón.
Alex Schiffer, que ya adaptado
con éxito este sistema a cuatro automóviles, y Ken Adachi –http://educate-yourself.org– y –www.nutech2000.com– proporcionan
instrucciones detalladas para su construcción. Alex Schiffer acaba de publicar
un libro, Experimenter’s guide to the Joe Cell, con las últimas
innovaciones.
En Australia hay una asociación
de interesados y expertos en la Joe Cell, que intercambian información y
opiniones. La abundancia de datos, testigos, información, personas implicadas
–sólo en Google 422 sitios web– y el tiempo transcurrido, 14 años, inclinan a
creer en la autenticidad de este increíble invento.
¿ Que es el Orgonite ?
La palabra orgonito viene de
“orgón” y es una sencilla tecnología, inspirada en el trabajo de Wilhelm Reich y
perfeccionado por Don Croft.
Transforma las energías de orgón
muerto o negativo (DOR) a orgón neutral (OR) u orgón positivo (POR).
Con tan solo utilizar
dispositivos construidos con orgonito, es posible terminar con los chemtrails,
también desactivar proyectos tales como HAARP, GWEN, torres de supuesta
telefonía móvil y otros horribles programas, y finalmente reestablecer el
balance en las energías del planeta y al mismo tiempo sanarlo. Es posible
también destruir la llamada Nueva Orden Mundial (NEW WORLD ORDER) y todo lo
relacionado al movimiento New Age y obtener nuestra soberanía como seres
humanos.
Vamos estos aparatitos sencillos
de construir, transforman la energía orgón negativa creada por los chemtrails,
haarp y otros experimentos, en energía orgón positiva.
¿
PUEDE RESULTAR ESTO TAN FÁCIL COMO PARECE ?
Pues sí! El orgonito al ser una
tecnología relativamente reciente, esconde en sí misma su mecanismo de
funcionamiento por el momento, pero por otro lado, sus efectos son perfectamente
visibles por cualquier persona que se detenga a observar con una mente
abierta.
El orgonito absorbe energía
orgónica negativa, la transforma en energía positiva (o neutral) para así
esparcirla alrededor.
¿ ESTA
TECNOLOGÍA ES COSTOSA ?
Afortunadamente no! Aquí radica
el poder de esta tecnología, cualquier persona puede construir estos
dispositivos con materiales fáciles de conseguir. El orgonito es simplemente una
mezcla, de metal (absolutamente cualquier tipo de metal) y resina (poliéster,
uretano o epoxy) a la cual agregamos uno o más pequeños cristales de cuarzo.
¿
Estas hablando de resultados tangibles ? ¿ Qué tipo de resultados ?
Alex Emard (Québec Orgone), quien
es autor de este artículo reporta: A partir del comienzo de nuestras actividades
dentro y fuera de la gran area metropolitana de Montreal en Mayo del 2003,
pudimos observar un reducción substancial de trazas de químicos arrojadas por
los jets, y una gran calidad de atmosférica de aire fresco a niveles terrestres
(sólo 5 días de smog este año).
Por igual fue observado un gran
incremento de lluvias en meses de verano. Este cambio radical reflejado en gran
precipitación y mejor calidad de ambiente/aire son el resultado directo de
nuestras acciones en contra de los programas Haarp y Gwen y otros similares los
cuales son usados para controlar el clima, entre otras cosas.
Al colocar directa y
estratégicamente el orgonito en estas instalaciones, somos capaces de devastar
la cadena de producción de orgón muerto (DOR) requerida para controlar el clima,
inestable y vulnerable. De esta manera reestablecemos las energías de la madre
Tierra para que pueda tomar por sí sola control de su atmósfera, la cual le
pertenece. Debemos hacer énfasis que nuestras intervenciones no son la de
controlar el clima, pero sí impedir que el secreto gobierno mundial lo manipule
(Nueva Orden Mundial - New World Order – New Age Movement, junto con sus aliados
CIA, Mossad, FBI, Mkultra, etc…)
ESTO
ES IMPORTANTE
¡¡¡¡¡¡LA ORGONITA NO ES UN
ACUMULADOR DE ORGON!!!!!!.
A la mayoría de los
"orgonomistas" ortodoxos, les cuesta mucho aceptar este hecho ya que apenas han
progresado desde la investigación original de Reich. Esta gente desincentivan
fuertemente la experimentación con orgonita de "gente no calificada" ya que
creen que es potencialmente peligrosa, como los ORACs. 8 años de experimentación
por miles de personas han demostrado que la orgonita es totalmente inofensiva ya
que nunca se satura con DOR; algunos de los aparatos originales de Reich eran
potencialmente muy peligrosos y han habido varios accidentes debido a su uso
indebido, algunos casi mortales.
La orgonita es una herramienta
muy poderosa para revertir la contaminación en la atmósfera, suelo y
especialmente en el agua. El agua amplifica los efectos de la orgonita, asi que
es muy útil depositar generadores de orgón en todos los cuerpos de agua que sea
posible para obtener buenos resultados. La orgonita también tiene un efecto
sobre el comportamiento de personas, aparentemente inhibiendo comportamientos
parasíticos y abusivos. No queremos elaborar mucho en este aspecto, para que no
nos acusen de fomentar "efectos placebo", así que observen los múltiples efectos
benéficos en su entrono por uds. mismos y recuerden que las observaciones
subjetivas son validas y empíricas, mientras sean racionales y validadas por
otros. Los generadores de orgón, construidos apropiadamente son absolutamente
seguros y "amables" al operador.
El "poder" reside en nuestras
manos, y es fácil de construir.
http://escapandodelacelda.blogspot.com/2008/01/que-es-el-orgonito.html