La Salud es lo primero, ¿no? La revista Discovery Salud publica en este
número un imprescindible artículo sobre los hilos sucios detrás de la
vacuna contra el supuesto virus del papiloma escrito por uno de los
mejores periodistas de este país, Miguel Jara. En su blog,
tiene una versión mini del artículo que TODOS deberíais leer y, sobre
todo, deberíais reenviar a vuestas amigas adolescentes y a sus padres.
Esta es la prueba de que el Sistema de Salud, lo que quiere en
realidad, es enfermarnos. Fuente
Publicado el 22 Octubre 2008 por Miguel Jara
La
vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) comenzó hace meses su
“traviesa” travesía por el sistema inmunológico de millones de niñas
sanas en todo el mundo. En España, algunas comunidades autónomas se
adelantaron al resto pero ya las demás están impulsándola. Y escribo
impulsándola porque lo que más llama la atención es el celo con el que
las administraciones públicas están promocionando Gardasil (Merck) y
Cervarix (GlaxoSmithKline -GSK-), una de las mayores operaciones de
márketing del miedo de la Historia desarrollada por dos de las mayores
multinacionales farmacéuticas del globo terráqueo. Es difícil entender
cómo un producto farmacológico que presenta tantas dudas e
incógnitas como esta vacuna esté aplicándose a niñas de entre 11 y 14
años de edad para “prevenir” el cáncer de cuello de útero o cérvix.
Antes de entrar en detalles sobre cómo están consiguiendo Merck y
GSK este éxito de ventas conviene recordar brevemente algunos de los
puntos más discutibles del fármaco. Aunque parezca lo contrario, si nos
atenemos a lo que está pregonándose, en España no hay epidemia de
cáncer de cérvix. La infección del VPH es condición necesaria pero no
suficiente para adquirir el cáncer de cérvix y además, en el 90% de los
casos, la infección remite de manera espontánea. La mortalidad por este
tipo de cáncer es baja con respecto a los más corrientes y se produce
en torno a los 60 años de edad en personas que no solían hacerse
revisiones. Su eficacia no se ha estudiado en niñas, sólo en adultas.
No protege de todas las cepas cancerígenas del VPH, es preventiva pero
no cura. Su precio es muy caro, más de 300 euros las tres dosis -en algunas comunidades 500-.
Por si fuera poco, como ha reportado la publicación Discovery DSalud
en su nº109, en Estados Unidos han fallecido 18 niñas tras ser
vacunadas y más de 18.000 han sufrido “efectos adversos”. Y es que bajo
la presión del márketing del miedo, del terror a enfermar, están
realizándose estos negocios basados en el interés de ciertas
farmacéuticas por expandir una “cultura de la prevención” basada en
productos farmacológicos. Consumir medicamentos sin estar
enfermo. ¿Pero cómo están consiguiendo estas poderosas compañías que
los gobiernos acepten su estrategia comercial e incluso en algunos
casos intenten implantar de manera obligatoria en la población esta
vacuna que comenzó -y en España sigue siendo- de administración
voluntaria? A comienzos de febrero de 2007, el Estado norteamericano de
Texas estuvo a punto de ser el primero en declarar obligatoria la vacunación con Gardasil
en niñas de 11 y 12 años. La decisión fue adoptada por el gobernador
del Estado, Rick Perry, pero la presión popular fue tal que hubo de
retractarse. Resulta que Mike Toomey, el anterior jefe de Gabinete del
gobernador Perry, trabajaba en tareas de lobby para Merck, fabricante
de Gardasil. El Washington Post publicó un reportaje de
Associated Press (AP) que afirmaba que la jefa de Gabinete del
gobernador, Deirdre Delisi, celebró con el director de Asuntos
Presupuestarios y tres miembros de su departamento, una “Reunión sobre
la Vacuna del VPH para Niños”, según consta en la agenda de Delisi, a
la que AP tuvo acceso. Ese mismo día, el comité de acción política de
Merck donó 5.000 dólares para la campaña de Rick Perry.

En Canadá, el lobby de Merck se desarrolló a través de Ken
Boessenkool, empleado de Hill and Knowlton, una compañía de relaciones
públicas. Boessenkool fue asesor del primer Ministro de Canadá, Stephen
Harper, cuando era líder de la oposición. Además, Jason Grier, ayudante
ejecutivo del ministro de Salud de Ontario, George Smitherman, hizo
lobby para que Merck consiguiera que Ontario se sumara a la vacunación de niñas.
Las distintas administraciones están tomándose la vacunación contra el
VPH casi como una “cuestión de Estado”. El Gobierno catalán ha aprobado
hace poco la “Resolución 301/VIII del Parlamento de Cataluña, sobre la
orientación política general del Govern“. En materia de salud
el Parlamento insta al Gobierno a continuar facilitando el acceso de
los ciudadanos a los servicios sanitarios “para reducir las
desigualdades” y junto a necesidades sanitarias elementales, como la
reducción de los tiempos de espera para ser operado o la ampliación de
la cobertura sanitaria pública a más personas -o la asistencia a
personas con fibromialgia o Síndrome de Fatiga Crónica-, se incluye el
acceso a la vacuna contra el VPH.

Por lo que podemos saber gracias a enfermeras que trabajan en el
sistema sanitario catalán, sus responsables están desarrollando un
sistema de objetivos para las enfermeras de Primaria que una vez
cumplidos conllevan una gratificación de 2.000 euros anuales. Entre
ellos está la vacunación contra el VPH. Algunas enfermeras se niegan a
cumplir los objetivos de Generalitat y están abriendo el debate sobre
la falta de ética de los mismos en sus centros. Mientras, en otros
lugares también ha comenzado a incluirse la vacuna en el calendario
escolar. Así, el Gobierno extremeño ha adquirido 15.000 dosis a un
precio de 1.560.000 euros. Entretanto, la publicidad agresiva de las
compañías impulsoras de la vacuna continúa. Y en los centros de salud
españoles los carteles promocionales llaman a la vacunación dándole a
la misma un halo de obligatoriedad con promesas de una curación
imposible: la absoluta mayoría de las vacunadas están sanas y la vacuna no elimina las células alteradas.
Esta campaña de márketing va a dar mucho que hablar. Según Discovery
DSaud ya se han presentado las primeras demandas contra los
laboratorios. Y las oficinas de GSK en Holanda han sido investigadas
por supuestas prácticas fraudulentas en la promoción de la vacuna
contra el VPH. Se habla incluso de retirarla del mercado.

Como alternativas para los padres y madres
preocupados por la salud de sus hijas, numerosos profesionales
sanitarios contrarios a la medicalización de la sociedad y en concreto
de la infancia, proponen el acceso a citologías de cribado para las
mujeres. Difundir información sobre sexualidad segura y crear centros
para ello y talleres para evitar que procesos fisiológicos naturales
sean convertidos en enfermedades y medicalizados. La medicina
preventiva debería consistir en una buena higiene, un estilo de vida
sano y en la honesta identificación de factores de riesgo para evitar
la enfermedad o retrasar su aparición. Los objetivos de estas prácticas
deberían de ser evitar en la medida de lo posible la aplicación de
fármacos, que casi siempre conllevan efectos secundarios dañinos. La
tendencia actual es que los laboratorios están aprovechando la cultura
de la prevención para que ésta desemboque en la receta. Existen
profesionales sanitarios que piden una moratoria en la expansión de esta vacuna.
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