José Luis Martínez, un residente de La Gloria, de 34 años, dijo que
supo de qué se trataba en cuanto se enteró de la gripe porcina por las
noticias y sus síntomas: fiebre, tos, dolor en las articulaciones,
jaquecas intensas y, en algunos casos, vómitos y diarrea. "Cuando lo vimos por televisión, nos dijimos Esto es lo que tenemos"", dijo el lunes.
A estas sospechas populares se ha sumado una consultora estadounidense dedicada a biovigilancia, Veratect Corporation, la cual ha identificado el inicio del brote del nuevo virus de influenza en una comunidad de Perote.
Es en Perote, una localidad del estado de Veracruz, donde se encuentra Granjas Carroll,
una multinacional que pertenece en un 50% a Smithfield Foods, Inc., con
sede en Virginia EEUU. No opera dentro de EEUU porque fue sancionada
por la contaminación que provocaron sus criaderos de cerdos. Granjas
Carroll de México, S de RL de CV, inició sus operaciones en Perote en
1994 y anualmente produce alrededor de ochocientas mil cabezas, lo que
la sitúa como una de las tres principales productoras de cerdo en la
República Mexicana.
En un informe de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados del Congreso de México
se describe una serie de anomalías de la empresa porcina, entre las que
destacan las siguientes: 1. Las áreas de eliminación de desechos, no
están lo suficientemente alejadas de las fuentes de agua. 2. El agua se
extrae indiscriminadamente de los pozos para lavar los residuos. 3. Las
lagunas de tratamiento no cuentan adecuadamente con geomembranas,
filtros y fosas de tratamiento biológico. 4. El aire de la localidad
presenta un aumento de amoniaco y otras sustancias debido a que las
lagunas de oxidación son mal llevadas. 5. Los suelos están totalmente
erosionados. 6. Los olores fétidos ponen en entredicho la calidad del
aire. 7. El consumo del agua en las granjas mayor que el de todas las
poblaciones de la región.
La situación de contaminación
ambiental provocada por las granjas y el consiguiente problema para la
salud humana fue denunciada por un grupo de ecologistas. En enero de
2007, diferentes vecinos de Perote se manifestaron contra la
contaminación ocasionada en el Valle de esta localidad por la empresa
Granjas Carroll México S.A. El ocho de abril de 2008, miembros de la
Agencia Federal de Investigaciones (AFI) detuvieron al campesino Guadalupe Serrano Gaspar
en cumplimiento de una orden judicial por el presunto delito de ataques
a las vías generales de comunicación durante las manifestaciones contra
la contaminación de Granjas Carroll. Después de prestar fianza por
importe de 8.500 pesos, pudo recuperar su libertad, pero a un año de su
encarcelamiento el proceso penal sigue abierto en el jugado primero de
distrito con sede en Puebla. Los directivos de esta empresa también han
presentado denuncias penales contra los ciudadanos que se han
manifestado para defender el medio ambiente, como es el caso de
Verónica Hernández Argüello, Bertha Crisóstomo y Margarita Hernández
Burgos.
Además, estos cinco ciudadanos están denunciados por
un delito de difamación contra la empresa. Margarita Hernández Burgos
declaró: “Protestar porque nos están envenenando es temer siempre de
que nos vaya a suceder algo; aquí Granjas Carroll es la que manda, aun
sobre las autoridades”. Uno de los ambientalistas recordó que en 2008,
cuando se abrió un nuevo proceso en su contra por difamación ante la
agencia del Ministerio Público de Perote, el encargado de la oficina
les recomendó: “No se metan con empresas que manejan dólares, ustedes
están muy pobres para poder con ellos”.
Los activistas han
denunciado el desastre ecológico causado por las lagunas de oxidación
donde se vierten excrementos y residuos químicos a cielo abierto y sin
membranas ecológicas que impidan la filtración de líquidos a los mantos
freáticos. En estas balsas se reproducen nubes de moscas que facilitan
la transmisión de agentes patógenos. Al parecer, esa contaminación
habría sido la causante de un brote de infecciones respiratorias
ocurrido recientemente en La Gloria, cuando muchos habitantes
enfermaron de neumonía. Tan sólo en este poblado de la Gloria, las
brigadas de salud atendieron más de 400 consultas por enfermedades respiratorias del 23 al 27 de marzo pasado.
La Secretaría de Salud de Veracruz que negó anteriormente la existencia de casos de de influenza en esa comunidad, reconoció este domingo que, al menos, le constaban dos casos positivos, uno de tipo B, la infección estacional, y el segundo, del niño Édgar Hernández Hernández, con la cepa H1N1, de fiebre porcina.
La empresa ha desmentido que
el brote tenga nada que ver con sus instalaciones y ha publicado que no
cuenta con registro de brotes de influenza porcina en ninguno de sus
907 trabajadores, ni en sus más de 500.000 cerdos en desarrollo en los
estados de Veracruz y Puebla.
Independientemente de la directa
responsabilidad de la granja denunciada, es evidente que las
condiciones insalubres de las explotaciones ganaderas en países en vías
de desarrollo han sido en gran medida causantes de las mutaciones de
los virus de las gripes aviar y porcina y su posterior contagio a los
humanos. Trasladar este tipo de instalaciones contaminantes a un estado
con menos exigencias medioambientales se ha demostrado que no es
ninguna solución. Como podemos comprobar, la ecología y la salud humana
no conoce de fronteras. Permitir condiciones insalubres de trabajo en
cualquier parte del globo acaba afectándonos a todos nosotros, aun
cuando siempre los más damnificados son los más débiles, tanto sean
física como económicamente.