¿Europa en manos de la elite de banqueros?
Para algunos, el documental
zeitgeist(*) nos resultó un balde de agua fria que mostraba que el
verdadero poder mundial no son los estados sino una elite encabezada
por la banca internacional, que x ejemplo fabrica los dolares en eeuu y
se los presta al estado con intereses!. Los planes de este grupo, segun
el docu, son tan siniestros como ir reduciendo el poder de los
gobiernos para irlos reemplazandolos por gobiernos regionales
organizados por ellos como el caso de la Unión Europea, y así ir
avanzando hasta llegar a un solo gobierno mundial. Para lograr sus
objetivos, organizan atentados a gran escala, y con la gente
aterrorizada, logran consenso para avanzar en sus planes.¿Ficción?
Parece que no.
Esta es una entrevista hecha a un flaco cualquiera que empezó a
analizar en su blog los tratados europeos, que nadie los leia por ser
muy complicados, y se hizo muy conocido por explicarlos con claridad
En la entrevista muestra como avanza el plan de los banqueros
internacionales, quitandole poder a los estados, habiendo ya logrado
que la moneda sea fabricada por ellos (!!!) y una serie de medidas que
son increibles. Es un poco largo pero vale la pena echarle un vistazo.
Alguna partes las resalté.
Un «minitratado» de… 1300 paginas
Etienne Chouard: «los tratados europeos sirven los intereses de quienes los escriben» por Silvia Cattori*
Durante el año 2005, un francés común y corriente, Etienne Chouard,
profesor del instituto de enseñanza media superior Marcel Pagnol –en
Marsella– presentó en su blog sus análisis personales sobre el proyecto
de Tratado Constitucional europeo. Durante la campaña que antecedió al
referéndum convocado en Francia, su sitio web se hizo verdaderamente
popular, convirtiéndose en uno de más los consultados de toda Francia.
En contraste con los nebulosos discursos oficiales, la claridad de sus
argumentos despertó el interés de un amplio sector del público que
considera que «lo que bien se concibe, se anuncia claramente». Silvia
Cattori conversa con este ciudadano ejemplar, que vuelve a la escena
política en ocasión de la firma del minitratado europeo. Etienne
Chouard habla de su trayectoria personal y describe su visión de
instituciones que, a su entender, no corresponden a su verdadera
naturaleza.
 Etienne Chouard
Silvia Cattori: Al consultar su sitio en Internet uno se da
cuenta de que en 2004 usted era favorable al Tratado Constitucional
europeo, pero que después de haber estudiado su contenido usted cambió
radicalmente de opinión. ¿Pudiera resumirnos las razones de ese cambio?
Etienne Chouard: Mi trayectoria es la de una persona que
confiaba en los políticos. Yo no me dedicaba a la política. Cuando
empecé a comprender en qué se habían convertido las instituciones
europeas, aquello representó para mí una enorme decepción. Me di cuenta
que los hombres que están en el poder estaban delimitando ellos mismos
hasta donde podía llegar su propio poder, con límites prácticamente
inexistentes, y que eso se estaba haciendo de forma tal que no
pudiésemos entender nada.
En el seno de las instituciones europeas, ya ninguno de las
actuantes es responsable de sus propios actos ante los ciudadanos.
Existen algunas apariencias de responsabilidad, pero son falsas,
engañosas. Pero lo principal es que el Parlamento no cuenta para nada
dentro de las instituciones: no cuenta con la iniciativa para elaborar
leyes, el Parlamento solamente participa en la elaboración de las leyes
bajo la tutela (¿o la vigilancia?) del Consejo de Ministros, que se ha
elevado a sí mismo a la categoría de colegislador ignorando así la más
elemental e indispensable separación de poderes, ¡en todos los
aspectos, además! En efecto, hay aspectos que están sometidos a lo que
se ha dado en llamar «procedimientos legislativos especiales», se trata
de unos veinte y no aparecen en lista alguna, y sobre los cuales el
Consejo de Ministros decide sólo, sin el Parlamento. ¿Usted sabía eso?
Resulta impresionante ver el número de instituciones europeas no
electas que disponen de un poder importante y mal controlado. El Banco
Central Europeo tampoco le rinde cuentas a nadie. Resulta extravagante
la manera como se describe eso. Se ve claramente, se ve por todos
lados, que son los ministros los que escribieron esas reglas,
haciéndolas a la medida para sí mismos.
Cuando se analiza bien, nos damos cuenta incluso de que esas
instituciones han sido concebidas más en interés de los bancos y las
multinacionales que en interés general. Uno no puede menos que
preguntarse por qué.
Al leer el libro de Jean-Pierre Chevenement, uno descubre que Jean
Monet, ese icono, ese símbolo de Europa, al que los «adoradores de
Europa» consideran casi como un santo, era un banquero francés que
vivía en Estados Unidos y que se impregnó de los valores de ese país. En
realidad, él concibió y construyó la Unión Europea para debilitar a
Europa, para impedir que las soberanías populares se reconstruyesen
después de la guerra. ¡El mismo lo escribe! ¡Es vergonzoso!
Cuando se analizan en detalle los tratados europeos, vemos que se
parecen a esa visión de Monet: son instituciones que permiten que las
multinacionales escriban las leyes y que prohíben a los parlamentos y a
los pueblos oponerse a ellas. Es un régimen intolerable, pero Monet y
sus seguidores nos lo impusieron mediante una serie de tratados, desde
hace 50 años y sin que el pueblo haya tenido nunca realmente la
oportunidad de pronunciarse.
Hubo un simulacro de debate sobre Maastricht. Recuerdo que, en
aquel entonces, no se habló en lo absoluto de las instituciones. Se
hablo de la moneda, es cierto. Pero ni siquiera se mencionó lo más
importante en el plano monetario. No se nos dijo nada, por ejemplo,
de la entrega total de la creación monetaria a los bancos privados
(artículo 104), a pesar de que eso constituye un verdadero escándalo,
principal motivo de la deuda pública que asfixia a nuestros Estados e
importante causa del desempleo endémico que asfixia nuestras economías.
En 1992, solamente se nos invitó a debatir sobre la independencia
del Banco Central y la nueva moneda única, que sin dudas son positivas.
Pero no se habló en lo más mínimo de la debilidad del Parlamento, ni
del desorden en cuanto a los poderes, ni de la independencia de los
jueces, ni de la impotencia de la ciudadanía, ni de la revisión sin
referéndum, ni de todas esas instituciones vergonzosas y peligrosas. No
se puede decir con honestidad que el voto sobre Maastricht signifique
una aprobación de esas instituciones. Si analizamos en su conjunto los
50 años de la construcción europea, los pueblos no han tenido
finalmente derecho al menor debate sobre lo esencial.
La única vez que nos preguntaron nuestra opinión, en 2005, la
primera vez que nos quitaron la mordaza, gritamos «¡No!» Enseguida, nos
pusieron otra vez la mordaza y empezó de nuevo la violación. Nos
dijeron: «Ustedes no quieren, pero se hará de todas formas, por vía
parlamentaria…»
En 2007 se confirmó, por tanto, lo que ya se había visto en
2005: el método y el contenido del Tratado de Lisboa confirman que
tenemos al mando a una pandilla de violadores y lo que está sucediendo
es un golpe de Estado. Se trata de un abuso de fuerza. La definición de
golpe de Estado es cuando un poder ejecutivo no respeta el sufragio
universal. Eso es lo que está pasando.
Silvia Cattori: Todo eso ha sido posible porque la
ciudadanía ha abandonado sus responsabilidades y se ha puesto
ingenuamente en manos de sus representantes sin imaginarse que estos
podían abusar de sus poderes y sin controlar la acción de estos
[representantes].
Etienne Chouard: Sí. La mentira está en todas partes y la
gente honesta no se atreve a creerlo. Se hable de un minitratado
simplificado que no es ni «mini» ni «simplificado». Ahora hay que
leerse 30 000 páginas para saber lo que dice el Tratado de Lisboa. Es
extremadamente complicado. Contiene todo tipo de referencias que
remiten a otros documentos y todo lo que estaba en el tratado de 2005
aparece de nuevo en este. Hasta lo que decían que iban a quitar. El
himno, lo van a mantener. La bandera se va a mantener. La referencia al
euro se va a mantener. Dijeron que quitarían la bandera pero, ¿usted
cree que la van quitar? Quitaron la etiqueta de «constitución». Pero,
¿qué es lo peligroso en una botella de veneno? ¿La etiqueta o el
veneno? Si quitamos la etiqueta, ¿hace eso que el veneno sea menos
peligroso?
Se creen que somos imbéciles.
Se trata de una constitución, eso está claro, pero de una mala constitución escrita por gente que no debía haberla escrito. Tenemos
responsables electos, pero no son ellos quienes deben escribir la
constitución. Yo defiendo ese principio: los que están en el poder no
son quienes deben escribir las reglas del poder; no son los
parlamentarios, los ministros, los jueces quienes deben escribir la
constitución; deben ser otros, personas desinteresadas.
El único medio para que nosotros, como simples ciudadanos, podamos
protegernos de los abusos de poder es mediante una Asamblea
Constituyente. Pero ¡cuidado!, los miembros de esa Asamblea
Constituyente no deben elegirse entre los candidatos de los partidos ya
que los partidos tienen muchos miembros que están en el poder y cuyos
amigos escribirían nuevamente reglas en beneficio propio y seguiríamos
teniendo el mismo problema.
Lo que dijo el propio Giscard sobre este Tratado de Lisboa debería
llevar a los 16 millones de electores que votaron por él «No» a
lanzarse a las calles ya que es el mismo tratado presentado
anteriormente, totalmente ilegible, y se ha hecho tan complicado, según
dice Giscard, para que sea imposible hacer un referéndum. Giscard dice
también que todo lo que absolutamente querían los Convencionales en
2004 aparece de nuevo en el Tratado de Lisboa, sólo que está en otro
orden. Mi conclusión es la siguiente: todo esto está ocurriendo porque
los que escriben las reglas las están escribiendo para sí mismos y
porque están haciendo trampa.
Silvia Cattori: ¿Ningún responsable tiene que rendir cuentas?
Etienne Chouard: Ninguno. La ciudadanía no tiene medio alguno de
oponerse a los abusos de poder en el marco de esas instituciones. El
único medio correcto sería el referéndum por iniciativa popular y no
disponemos de ese medio. Yo diría incluso que jamás lo tendremos, si
son los representantes electos quienes escriben las reglas. El derecho
de petición (del artículo 11 del Tratado de Lisboa consolidado) no
tiene ningún valor de obligatoriedad. No se necesita un artículo así
para plantear peticiones. Aunque lo retiraran, la gente seguiría
teniendo la posibilidad de presentar peticiones.
Silvia Cattori: ¿El Tratado de Lisboa no contiene al menos
un elemento positivo? Por ejemplo, ¿la posibilidad para un Estado de
salir de la Unión Europea?
Etienne Chouard: Sí, eso estaba ya en el Tratado de Constitución
Europea rechazado en 2005 y ahora aparece de nuevo, como todo lo demás.
Silvia Cattori: En ese caso, ¿cómo puede salir de la Unión Europea un Estado que quiera hacerlo? ¿Es aplicable ese procedimiento?
Etienne Chouard: Salir de la Unión Europea no sería fácil y
costaría muy caro. Hay muchos mecanismos que mover. Se necesitaría un
gobierno muy decidido. Esa situación irreversible me recuerda el AGCS
(Acuerdo General sobre el Comercio de Servicio), del que tampoco se
puede salir. Ese Acuerdo (que se negoció y se firmó sin que nos
hablaran de él, en el mayor secreto) contiene el mismo genoma
antidemocrático que la Unión Europea.
Fue concebido por las mismas personas y está al servicio de los
mismos intereses: los intereses de las multinacionales y los bancos.
¿Para que sirve el AGCS? Para eliminar todas las obligaciones en lo
tocante al comercio de los servicios. Hoy por hoy, un Estado soberano
todavía puede prohibir muchos abusos para protegerse de los
inversionistas depredadores. Cuando una empresa quiere venir a
instalarse en algún lugar, el país tiene sus propias reglas para
defender sus propias leyes en el plano social, en lo tocante al medio
ambiente, sus leyes fiscales, sus recursos naturales, etc.
Eso va a desaparecer. Los Estados, en el marco de las negociaciones
secretas del AGCS, están quitándose entre sí la posibilidad de prohibir
(cosas a las empresas): yo dejo de prohibir esto, pero tú renuncias a
prohibir esto otro… La ciudadanía se verá desnuda, indefensa ¡y nadie
habla de eso! Todos los servicios públicos se ven amenazados por esos
mecanismos. Y eso es irreversible: las multas que los Estados aceptan
pagar en caso de retirada son tan prohibitivas que resultan impagables.
Los acuerdos del AGCS se negocian, por tanto, en secreto y por una sola
persona: el comisario europeo para el comercio exterior… Una sola
persona, en nombre de 480 millones de personas, negocia en secreto
acuerdos decisivos que afectan a todo el mundo de forma irreversible.
Es realmente escandaloso y muy grave.
Silvia Cattori: Al ver a los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea firmar el Tratado de Lisboa, ¿qué sintió usted?
Etienne Chouard: La impresión de estar siendo violentado, claro
está, y por los mismos que dicen estar defendiéndome… la impresión de
estar metido en una trampa controlada por mentirosos profesionales y
por una pandilla de ladrones. Lo que me entristece es que la gente no
esté en lo absoluto informada y no se sienta implicada.
Silvia Cattori: Hay un aspecto muy importante que no está tampoco
muy presente en el debate: la política exterior de la Unión Europea, la
participación de sus principales miembros en operaciones militares
mediante la OTAN. En ese aspecto también, aunque los sondeos demuestran
que la gran mayoría de la ciudadanía se opone a esas guerras ilegales,
[la ciudadanía] se ve totalmente impotente en cuanto a la posibilidad
de impedirlas. En momentos en que las invasiones de Afganistán y de
Irak han demostrado ser aventuras coloniales, el señor Sarkozy trata de
estrechar los vínculos entre la Unión Europea y Estados Unidos con
vistas a un conflicto con Irán en beneficio de Israel. ¿Qué piensa
usted de este aspecto de la Unión Europea?
Etienne Chouard: Tengo la impresión que todo eso se programó
desde el principio. Se hizo de forma progresiva. El «No» los frenó un
poco. Pero, dos años más tarde, las autoridades imponen el Tratado por
la fuerza. Y la ciudadanía no reacciona, lo cual sin dudas confirma en
los gobernantes la creencia de que pueden hacer cualquier cosa.
El ambiente es pesimista. Sí, ellos pueden secuestrar niños
africanos en las escuelas, o pueden ir a imponer la guerra al otro lado
del mundo. Hay que leer a Alain Badiou (De quoi Sarkozy est-il le nom).
Las críticas de los medios fueron tan violentas contra ese libro que yo
mismo estuve a punto de no leerlo. Y lo encontré interesantísimo. Su
análisis es muy bueno.
Dice que la moda no es el «petainismo» [Término derivado del
nombre del mariscal francés Petain, jefe del Estado francés que
colaboró con los nazis durante la ocupación de Francia por las tropas
de Hitler. Nota del Traductor.], sino el «neopetainismo». Hay que leer
también a François-Xavier Verschave (De la Françafrique à la
Mafiafrique, para empezar) para entender que la descolonización no
existió.
Silvia Cattori: La reflexión que usted hace coincide con la
del sociólogo Jean-Claude Paye en lo tocante a las libertades
fundamentales en el marco de la Unión Europea [2]. Al igual que usted,
él señala que las instituciones se conformaron de forma tal que las
decisiones no estén al alcance de los ciudadanos.
Etienne Chouard: Efectivamente, no soy yo el único que lo
dice. Y, en realidad, todos los que estudian de forma honesta las
instituciones están escandalizados y deploran haber confiado demasiado
en los responsables electos.
Silvia Cattori: ¿Estas cumbres –Lisboa, el G8– no son
entonces otra cosa que farsas en las que un grupo de dirigentes, entre
festines y abrazos, toman decisiones sin consultar a sus pueblos, como
si estuviésemos en un sistema dictatorial?
Etienne Chouard: No es una dictadura –aún no– ya que, en una
dictadura, no hay libertad de opinión ni de expresión. Es algo más
suave, refinado, bonito a la vista, y se está convirtiendo en algo
totalitario. Pero hay menos espacio para la crítica, es más difícil de
condenar. La retórica de la mentira, que invierte los valores –Orwell
la anunciaba ya en 1984– consistía en decir «la guerra es la paz», «el
trabajo es la libertad» y el solo hecho de repetirlo deja sin armas a
los que pudieran presentar oposición. La manipulación mediante el uso
del lenguaje funciona bien. Eso exige, por parte de los quieren
resistir, una formación, un aprendizaje sobre ese tipo de manipulación.
Silvia Cattori: ¿De qué herramientas disponen los partidarios del No para vencer estos obstáculos?
Etienne Chouard: Hay una que puede resultar bastante fuerte:
un recurso individual ante la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH),
que no forma parte de la Unión Europea pero cuya Convención ha sido
firmada por esta última, lo cual la obliga a respetarla.
Cualquier persona puede recurrir a la Corte contra un Estado. Se
trata de una Corte que protege individualmente a las personas aisladas.
Sus argumentación es fuerte (vea el sitio web 29mai.eu), yo la utilizo
ya en toda circunstancia. El recurso consiste en denunciar al Estado
francés por violación del artículo 3 del protocolo 1 de la Convención
que dice que las «altas partes contractuales se comprometen a
garantizar a sus ciudadanos elecciones libres que permitan escoger
libremente el cuerpo legislativo».
En realidad, nuestro cuerpo legislativo es ahora muy ampliamente
europeo. Y a nivel europeo, ¿se elige el cuerpo legislativo? En lo
esencial, no. No tenemos posibilidad de elegir. En Francia, el cuerpo
legislativo no es la Asamblea Nacional: el 80% de las leyes que se
aplican en Francia son normas europeas que se transfieren
automáticamente a nuestro derecho nacional, sin que haya un verdadero
debate parlamentario.
¿Qué sucede entonces en Europa?
Primeramente, al nivel constituyente es una CIG (Conferencia
Intergubernamental, no electa) la que escribe y corrige los tratados, o
sea la Constitución Europea (que ahora esconde su nombre
hipócritamente). Los parlamentarios (que son los únicos electos) no
pueden hacer otra cosa que ratificar o no, en bloque, los tratados que
escriben los no electos. No tienen derecho de iniciativa, a aportar
enmiendas, así que se ven reducidos a lo mínimo ¡a pesar de que son
ellos los representantes electos!
Por consiguiente, a nivel constituyente no son los representes electos los que tienen el poder.
Seguidamente, las leyes europeas ordinarias las escribe la Comisión
(no electa) que tiene la exclusividad y la iniciativa legislativa, y
esas leyes se discuten después y se votan en el Consejo de Ministros
(no electo) en «codecisión» con el Parlamento Europeo (única instancia
cuyos miembros se someten a elecciones).
Sin embargo –escuche bien esto, que es esencial–, no hay
codecisión en todos los temas. Existe una cantidad de temas sobre los
cuales las instancias no electas (la Comisión y el Consejo) deciden
solas sobre la ley europea.
Esos sectores en los que los ejecutivos escriben lo que yo llamo
leyes sin parlamente (lo cual resulta más claro que la ladina expresión
de «procedimientos legislativos especiales») se esconden
cuidadosamente, no existe una lista [de ellos]. Así que pidan ustedes a
sus parlamentarios, a sus ministros, a los periodistas, que les digan
algunos de esos sectores. Ni ellos mismos los conocen (a no ser que
sean verdaderos bandidos que no hablen claramente con los demás).
Esa esterilización progresiva del sufragio universal constituye
una razón sólida para denunciar al Estado francés por violación de la
Convención Europea de Derechos Humanos. Nuestros propios representantes
están quitándole toda su fuerza a nuestros votos. La democracia está
agonizando en medio de un falso decorado de democracia ficticia.
Basta con una sola denuncia, pero si se envían miles de ellas se
crea una fuerza política como apoyo a una denuncia jurídica. Y es
gratis. Si perdemos, el trámite nos habrá costado nada más que el sello
del envío.
Además, la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) está
interesada en demostrar su propia utilidad, y se trata de un caso digno
de estudio (inédito) que podría sentar un precedente. En todo caso, es
el único recurso que tenemos nosotros, los simples ciudadanos. Todos
los demás dependen de nuestros representantes, parlamentarios y
ministros, que han demostrado que están decididos a pasar por encima de
nuestra voluntad.
Si esperamos que ellos nos defiendan, esperaremos por mucho tiempo y perderemos de antemano.
Esta denuncia representa una esperanza ya que la Corte puede
bloquear el proceso de ratificación mientras se toma la decisión de
fondo. Me parece que es un arma poderosa, nueva.
Silvia Cattori: ¿Qué diría usted a la ciudadanía de Suiza y
a la de Noruega, que se han negado hasta ahora a incorporarse a la
Unión Europea, países cuyos detractores los califican generalmente
«retrasados que niegan el progreso»?
Etienne Chouard: Yo espero, por su bien, que sigan
resistiendo. Los envidio porque tengo la impresión que nosotros estamos
encerrados en una horrible trampa en la que nos han sumido nuestros
propios dirigentes. Nos están obligando a abrir nuestras fronteras a
países que no respetan el derecho laboral, ni las leyes sobre el medio
ambiente, ni ninguna de las obligaciones que nosotros imponemos a
nuestras propias empresas en el marco del progreso social. Si nos vemos
ante la competencia desleal de países que tienen tan pocos puntos de
comparación con los nuestros, lo único que puede suceder es que sigamos
la caída hacia la ruina general.
No es cosa de risa. Otros países han vivido ya ese infierno debido
a la aplicación de recetas inadecuadas. Ahí tenemos el espantoso caso
de Argentina, conejillo de Indias del neoliberalismo...
Silvia Cattori: Si se le preguntara a la ciudadanía si quiere salir de la Unión, ¿cuál sería la decisión, en su opinión?
Etienne Chouard: El golpe de Estado de Lisboa me lleva a
preguntarme si no tendríamos que salir urgentemente de esta UE-MB
(Unión Europea de Multinacionales y Bancos). Estoy comenzando,
efectivamente, a pensar que es imposible transformar la Unión Europea,
cuyo programa genético parece concebido en contra de los pueblos y en
contra de la democracia.
Quizás lo que hace falta es salir de esta Unión Europea para
construir una verdadera sociedad europea, deseada y defendida por los
pueblos interesados (no por sus élites privilegiadas).
Silvia Cattori: Si las posibilidades de salir del Tratado son nulas, ¿por qué no hacer campaña simplemente para salir de la Unión Europea?
Etienne Chouard: Yo no he renunciado aún a mi sueño europeo
de fraternidad. Quisiera comenzar de nuevo con menos países, en vez de
este monstruo concebido por las grandes corporaciones y para ellas.
Ahora estamos casando a los pueblos con el consentimiento de sus
«padres». Un matrimonio exitoso y duradero se lleva a cabo
necesariamente con el consentimiento de los pueblos interesados.
Silvia Cattori: ¿No tienen los socialdemócratas la principal
responsabilidad en esta forma de construcción europea? ¿No construyó
Jacques Delors la Europa del mercado?
Etienne Chouard: Es evidente que Jacques Delors y la mayoría
de los líderes socialistas nos han engañado. Ellos nos mintieron miles
de veces, y esa evidente traición de los jefes de la izquierda
constituye una catástrofe para el país.
Yo confiaba en ellos, y muy particularmente en Jacques Delors.
Recuerdo el último día antes del referéndum de Maastricht. Jacques
Delors nos habló por televisión. Confesó que en el plano social todavía
no se había hasta entonces nada en Europa. Pero tomaba nota de ello
junto con nosotros. Solemnemente, mirándonos con sus ojos azules
tristes y sinceros, nos prometió ardientemente empezar a actuar en el
plano social desde el día siguiente de nuestro voto por el Sí. Nos lo
prometió para que votáramos SÍ.
Quince años más tarde, estamos más atrasados que nunca en el plano
social en todos los aspectos… Yo tengo la sensación de haber sido
engañado por uno de los hombres en quien más yo confiaba. Es triste e
indignante a la vez. La decepción es terrible.
Silvia Cattori: Usted mencionó el abandono de la creación monetaria. ¿Puede especificar de qué se trata?
Etienne Chouard: Existe un mecanismo esencial que descubrí
este año. Incluso empiezo a ver en él el núcleo de la trampa, el
diamante central, el motor de nuestra impotencia… Se trata del artículo
104 de Maastricht (que se convirtió en el artículo 123 del Tratado de
Lisboa).
Dice lo siguiente: «Los Estados ya no pueden obtener préstamos de
sus bancos centrales». Para los simples mortales eso resulta
incomprensible. ¿Qué quiere decir eso? Desde hace siglos los Estados
han dejado parte de su poder para crear moneda en manos de los bancos
privados. Los bancos han obtenido de los gobernantes –mediante la
corrupción, por supuesto– el derecho (fundamental) de crear la moneda.
Pero, hasta hace poco (hasta 1974, en el caso de Francia), los
Estados por lo menos compartían aún con los bancos privados el derecho
de crear la moneda. Cuando un Estado necesitaba dinero para construir
vías férreas, viviendas u hospitales, el Estado creaba por sí mismo su
moneda, y no tenía que pagar intereses durante los reembolsos. Mantenga
la atención y no olvide eso que es el aspecto crucial, el que le
condena a usted a trabajar sin descanso en provecho de los que cobran
rentas sin hacer nada.
El Estado creaba la moneda de la manera siguiente: El Estado
obtenía un préstamo de su banco central (que fabricaba moneda con ese
objetivo) y, a medida que el Estado reembolsaba ese préstamo, el Banco
Central destruía ese dinero, ¡pero sin que el Estado tuviera que pagar
intereses!
En Francia, desde 1974, en la época de la llamada “serpiente monetaria europea”, el
Estado –seguramente al igual que en los demás países europeos– se
prohibió a sí mismo el recurrir a los préstamos de su propio banco
central y se privó por tanto a sí mismo de la creación monetaria. Por
consiguiente, el Estado (o sea, ¡nosotros todos!) se obliga a sí mismo
a pedir prestado a instituciones privadas, a las que tendrá que
pagarles intereses, lo cual hace que todo se encarezca. ¿En interés de
quién? ¿En interés de todos? ¿No me diga?
Observe que, precisamente a partir de 1974, la deuda pública ha ido en aumento constante, al igual que el desempleo.
Yo afirmo que hay un vínculo entre ambas cosas.
Pero eso no es todo. Desde 1992, con el artículo 104 del Tratado de
Maastricht, esa prohibición de que los Estados puedan crear moneda se
elevó al más alto nivel del derecho, internacional y constitucional. O
sea que se hizo irreversible, y se puso fuera del alcance de la
ciudadanía. Eso no se dijo claramente. Se dijo que en lo adelante
estaba prohibido recurrir a préstamos del Banco Central, lo cual ni es
honesto ni está claro y no permite que la gente entienda.
Si el artículo 104 dijera que «Los Estados ya no pueden crear
moneda. Ahora tienen que pedir préstamos a las instituciones privadas
pagando a estas intereses que los llevan a la ruina y que encarecen
tremendamente las inversiones públicas, pero que han felices a los
ricos que viven de sus rentas, a los propietarios de los fondos de
préstamos», habríamos tenido una revolución.
Ese escandaloso robo le cuesta a Francia alrededor de 80 000
millones al año (*) y nos va arruinando año tras año. Pero ya no se
puede hacer nada.
Ese tema debiera ser centro de todas nuestras luchas sociales,
debiera servir de punta de lanza de la izquierda y de la derecha
republicanas. En vez de eso, nadie lo menciona. Es deplorable.
Silvia Cattori: Para la ciudadanía resulta difícil imaginar
que sus dirigentes electos estén todos tan implicados. Finalmente, son
algunos ciudadanos aislados, como usted, que se esfuerzan de forma
desinteresada, los que retoman el debate que los dirigentes electos han
abandonado.
Etienne Chouard: Hay gente que lucha. Maurice Allais, premio
Nóbel de Economía, critica duramente el abandono de la creación
monetaria en manos de los bancos privados, protesta enérgicamente y
afirma que es vergonzoso que los bancos privados se comporten (porque
han sido autorizados a hacerlo) como fabricantes de moneda falsa y que
eso nos está arruinando. Maurice Allais, una mente libre, dice también
que las multinacionales que nos imponen ese gran mercado sin
regulaciones son perjudiciales. El ultraliberal Maurice Allais denuncia
«el relajo del mundo de los negociantes» de la Unión Europea.
¿Se puede ser más claro?
Bueno, pues ese hombre, que ha dedicado gran parte de su vida al
estudio de las cuestiones monetarias y que ha recibido probablemente
todos los honores y medallas del mundo, ese gran especialista de la
moneda ha sido excluido de los grandes medios de difusión. Ya no logra
que le publiquen nada en diarios como Le Monde y Le Figaro. ¿Existe
alguien que no vea la relación evidente que hay entre la persecución
contra un valiente ciudadano que pone el dedo en la llaga y el hecho de
que los grandes medios de prensa hayan sido comprados y estén ahora
precisamente bajo el control de las multinacionales y los bancos?
Maurice Allais desarrolla una idea fundamental, que todo debiéramos
estudiar, cuando dice que hay que devolverle la creación de la moneda a
los Estados, a un banco central independiente, que el Banco Central
Europeo (BCE) tiene que recuperar la creación monetaria retomándola de
manos de los bancos privados.
Silvia Cattori
Periodista suiza.
Sitio del entrevistado
http://etienne.chouard.free.fr/Europe/index.htm Fuente:
http://www.voltairenet.org/article155255.html
Tratado de Lisboa:20 de febrero.Parlamentario Nigel Farage pidiendo un referendum y ablando en contra del tratado de Lisboa. Para ver el video: http://explayandose.zoomblog.com/archivo/2009/02/22/tratado-de-Lisboa20-de-febrero.html
Aqui se puede ver en you tube,sin tener que registrarse,como el anterior link: http://www.youtube.com/watch?v=niLfjeFk1To&hl=es Documental que explica como nos van a imponer sin referendum, la nueva constitucion europea. Agradecimientos a nuestro equipo de subtitulacion: http://subtitulos.concienciame.com Mas informacion en: http://elproyectomatriz.wordpress.com/
El timo del Tratado de Lisboa en un descriptivo vídeo.
Genial el vídeo que ha armado Flotis
en colaboración con El Proyecto Matriz sobre el gigantesco timo,
asociado al Nuevo Orden Mundial, de la Constitución Europea.
http://www.rafapal.com/?p=1607
Protesta en el Parlamento Europeo.
Parlamento Europeo,
Estrasburgo 12 de diciembre de 2007. Durante la firma de la Carta de
los Derechos Fundamentales de la UE no todo el mundo está satisfecho.
La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE se encuentra adherida
al Tratado de Lisboa, tratado que, fue firmado al día siguiente por los
representantes de los estados miembros de la UE. El Tratado de Lisboa
establece la misma Constitución para Europa rechazada en referéndum por
Francia y Países Bajos. De este modo, se vulnera el principio de
unanimidad y se ignora el voto de los ciudadanos. Los gobiernos de
cinco estados miembros, entre ellos España, han cancelado la
ratificación por la vía del referéndum. Solamente Irlanda planea
realizar una consulta. La mayor parte de los 137 miembros del
Parlamento Europeo que votaron en contra de la Constitución para Europa
reclaman un referéndum para ratificar el Tratado de Lisboa. A la
protesta se unen otros parlamentarios de diferentes fuerzas políticas.
Los protestantes aparcan las diferencias ideológicas para protestar
unidos en favor de la democracia y la libertad. Porque no puede haber
libertad en Europa a menos que se restablezca el poder del pueblo.
Claramente, esta protesta no está en linea con la política de unidad de
la que hace gala la UE.
http://video.google.es/videoplay?docid=-8330202647755079739&ei=Hjs0StLBNIXo-QanhYWoBg&q=tratado+de+lisboa&hl=es
El Proyecto Matriz 8 - Tratado de Lisboa. Europeos Amordazados IEl proyecto es oscuro, y excesivamente largo y detallado, afirma
Robert Joumard. Siempre complejo, a menudo confuso y a veces ambiguo. http://www.youtube.com/watch?v=X2tww7qzDow
El Proyecto Matriz 5 - ¿ Constitucion Europea ? La Gran Mentira¿Qué fue lo que marcó la diferencia entre el resultado del
referéndum sobre la Constitución Europea en España y en Francia o en
Holanda? LA INFORMACION, sin lugar a dudas. http://www.youtube.com/watch?v=TzBHMigA_u0&feature=related
El Proyecto Matriz 9 - Tratado de Lisboa. Europeos amordazados 2La victoria del NO [en el referendum francés sobre el Tratado
Constitucional Europeo] es un rechazo masivo del liberalismo, generador
de precariedad, de desempleo, de inseguridad social, de abandono de los
servicios públicos, y de una nueva esclavitud para los asalariados. http://www.youtube.com/watch?v=jo0xLjEYiH0&feature=related
|